Ya desde el s. X la cadena montañosa de los Pirineos fue considerada una gran frontera natural.Tras finalizar la guerra civil española, el gobierno del general Franco decide construir una gran barrera defensiva en esta cadena montañosa, en algunos casos muy similar a las existentes en el resto del continente.Esta magna obra de fortificación no entró en ningún momento en servicio y realmente tampoco se llegó a concluir.Hoy en día se ha quedado totalmente obsoleta y pertenece ya a la historia reciente.Ni el general Franco ni los alemanes pudieron conseguir nunca el cerrar la frontera de una forma eficaz, puesto que se buscaban rutas alternativas a las habituales para cruzarla.Esta petición fue rechazada gracias al británico sir Alexander Cadogan, representante de Inglaterra en la ONU.Paralizada su construcción en 1940, se siguieron construyendo las carreteras a ella vinculadas, a la espera de que en 1944 comenzara la construcción de la "Línea P", en la que se integraron parcialmente las fortificaciones.La obra fue confiada a las antiguas regiones militares que hacían frontera con el país vecino; la IV, V y VI.La línea estaba dividida en Sectores, y éstos a su vez en Centros de Resistencia o C.R.El plan originario era que cada lugar construido se rodease de unas trincheras comunicadas entre sí y situar en cada extremo un pozo de tirador; todo el conjunto estaría rodeado por una alambrada.Aún sin haber sido terminada esta gran obra se sucedieron a lo largo de años varias inspecciones militares para comprobar el estado en que se encontraban los asentamientos ya que el mando militar consideraba estas obras como estratégicas en la defensa militar del territorio nacional.Se sitúa en la propia estación invernal de Candanchú, en el nacimiento del río Aragón.Posee un total de 62 asentamientos y algunos más (hasta 89), tendría si se hubiera llegado a completar.Prácticamente la mayoría están casi enterrados y cubiertos de hierba o rocas del lugar, creando con ello un perfecto camuflaje.En los proyectos, cada asentamiento tenía a su alrededor varios pozos de tirador unidos mediante túneles o trincheras.Estos comprendían las ametralladoras antiaéreas o a los morteros de 81 y 50 mm.Los búnkeres más grandes serán habilitados como refugios para peregrinos y montañeros, lo que ya se ha hecho en otros lugares cercanos, como en Villanúa.