Eudaimonia

Es un concepto central en la ética y la filosofía política griega clásica, junto con los términos «aretē», la «virtud» o «excelencia», y «phronesis», a menudo traducido como «sabiduría práctica o ética».[4]​ Las Definiciones, un diccionario de términos filosóficos griegos atribuidos al propio Platón pero que los eruditos modernos creen que han sido escritos por sus seguidores inmediatos en la Academia, proporciona la siguiente definición de la palabra eudaimonía: «El bien compuesto de todos los bienes; una habilidad que basta para vivir bien; perfección con respecto a la virtud; recursos suficientes para una criatura viviente».La pregunta realmente difícil es especificar qué tipo de actividades permiten vivir bien.Aristóteles presenta varias concepciones populares sobre la mejor manera de vivir para el ser humano.Vamos a considerar las principales teorías en un momento, pero primero una advertencia sobre la correcta traducción de areté.Para un griego, areté pertenece a todo tipo de cualidades que no consideramos relevantes para la ética, por ejemplo, la belleza física.Por lo tanto, es importante tener en cuenta que el sentido de «virtud» operativo en la ética antigua no es exclusivamente moral e incluye más estados como la sabiduría, el coraje y la compasión.La traducción alternativa «excelencia» (o «calidad deseable») podría ser útil para expresar el significado general del término.Como este sería considerado el estado más positivo para encontrarse, la palabra es a menudo traducida como «felicidad» aunque incorporando la naturaleza divina de la palabra se extiende el significado para incluir también los conceptos de ser afortunado o bendecido.En su Ética a Nicomaco, (1095a15-22)  Aristóteles dice que eudaimonía significa «hacer y vivir bien».Debido a esta discrepancia entre el significado de eudaimonía y felicidad, se han propuesto algunas traducciones alternativas.Estas traducciones pueden evitar algunas de las asociaciones engañosas que conlleva la «felicidad», aunque cada una tiende a plantear algunos problemas propios.En algunos textos modernos, por lo tanto, la otra alternativa es dejar el término en una forma inglesa del griego original, como «eudaimonía».Además, según Sócrates, este estado del alma, la virtud moral, es el bien más importante.La salud del alma es sin duda más importante para la eudaimonia que (por ejemplo) la riqueza y el poder político.Aquí Sócrates argumenta que no vale la pena vivir si el alma está arruinada por la maldad.Veremos más adelante que la ética estoica se inspira en esta visión socrática.El argumento básico presentado por Trasímaco y Callicles es que la justicia (ser justo) obstaculiza o impide el logro de la eudaimonía porque la moralidad convencional requiere que nos controlemos a nosotros mismos y por lo tanto vivamos con deseos insatisfechos.En resumen, Platón argumenta que las virtudes son estados del alma, y que la persona justa es alguien cuya alma está ordenada y armoniosa, con todas sus partes funcionando adecuadamente en beneficio de la persona.Aristóteles sostiene claramente que vivir de acuerdo con la razón significa alcanzar la excelencia.Por ejemplo, si ser un científico verdaderamente sobresaliente requiere habilidades matemáticas sorprendentes, se podría decir que « hacer matemáticas de manera sobresaliente es necesario para ser un científico de primera clase ».Sin embargo, es la visión explícita de Aristóteles que la virtud es necesaria pero no suficiente para la eudaimonía.A la vez que enfatiza la importancia del aspecto racional de la psique, no ignora la importancia de otros «bienes» como los amigos, la riqueza y el poder en una vida que es eudaimónica.Un objeto, experiencia o estado de cosas es intrínsecamente valioso si es bueno simplemente por lo que es.Supongamos que una persona pasa sus días y noches en una oficina, trabajando en actividades no del todo agradables con el propósito de recibir dinero.La mejor estrategia para alcanzar una cantidad máxima de placer en general no es buscar la gratificación instantánea sino elaborar una política sensata a largo plazo.Sin embargo, Aristóteles no piensa que la actividad virtuosa se persigue por placer.Por lo tanto, los estoicos están comprometidos a afirmar que los bienes externos como la riqueza y la belleza física no son realmente buenos en absoluto.En esto, se asemejan a filósofos cínicos como Antístenes y Diógenes al negar la importancia a la eudaimonía sobre los bienes y las circunstancias externas, como fueron reconocidos por Aristóteles, quien pensó que una desgracia severa (como la muerte de familiares y amigos) podría despojar incluso a la persona más virtuosa de la eudaimonía.Elizabeth Anscombe en su artículo «la Filosofía Moral Moderna» (1958) sostuvo que las concepciones de la moralidad basadas en el deber son conceptualmente incoherentes porque se basan en la idea de una «ley sin legislador».
Picture of a painting.
El pintor francés David retratando al filósofo en La Muerte de Sócrates (1787).
La Escuela de Atenas por Raffaello Sanzio , 1509, mostrando a Platón (izquierda) y Aristóteles (derecha)
Sculpture of a face.
Epicuro asoció eudaimonía con la vida de placer.
Zeno pensaba que la felicidad era un «buen flujo de vida.»