Aunque su datación exacta es incierta, el texto, por su temática, pertenece al ciclo platónico de las primeras obras llamadas «socráticas», que Platón escribió en su juventud, e incluso se piensa que es su primera obra.
En este caso, el diálogo se abre con "¡Ciudadanos atenienses!, Ignoro qué impresión habrán despertado en vosotros las palabras de mis acusadores".
Este ignoro sugiere que la filosofía expuesta en la Apología va a consistir enteramente en una sincera admisión de ignorancia, pues todo su conocimiento procede de su no saber nada: "Sólo sé que no sé nada".
Sócrates descalifica estos "cargos informales" dándoles una apariencia legal diciendo: "Sócrates comete delito al investigar los fenómenos celestes y subterráneos, debido a que, según ellos, convierte el argumento más débil en el más fuerte, instruyendo esto a otros, y sin creer en los dioses, es decir, es ateo".
La primera, para propia defensa de Sócrates, contiene las partes más famosas del texto, como el recuerdo de la visita que realiza Querefonte al Oráculo de Delfos y su refutación a Meleto; la segunda parte, en la que Sócrates debe proponer una condena alternativa a la impulsada por sus acusadores; y la tercera, donde Sócrates es condenado a muerte.
Sócrates acusa a Meleto, cuyo nombre significa "aquel al que le importa".
[cita requerida] La acusación peor que se le imputa es corromper a los jóvenes enseñándoles una versión de ateísmo, y Sócrates clama que si Meleto está convencido, debe ser porque Aristófanes (con su obra Las nubes, escrita 24 años antes) corrompió las mentes de su audiencia, cuando ésta era joven.
En el proceso se da cuenta de que los políticos son impostores; los poetas no comprendían sus propias obras, al igual que los visionarios y los profetas no comprenden sus visiones; y los artesanos tampoco se libran de ser pretenciosos.
Por esta razón no se le puede hacer culpable de lo que hacen otros ciudadanos.
Los amigos de Sócrates, Platón, Critón, Critóbulo y Apolodoro, se disponen a aumentar la suma inicial a 30 minas, pero la asamblea no ve esto como una alternativa, por lo que se deciden por la pena de muerte bebiendo cicuta.