Konrad Adenauer

Además fue presidente del Consejo Parlamentario,[1]​ el gremio que redactó la Ley Fundamental para la República Federal de Alemania.

[1]​ Adenauer lideró a su país desde las ruinas de la Segunda Guerra Mundial hasta convertirse en una nación productiva y próspera que forjó fuertes relaciones con Francia, Reino Unido y los Estados Unidos.

[3]​[2]​ Fue canciller de Alemania hasta los ochenta y siete años, algo que él mismo atribuyó a que nunca dejó de trabajar intensamente y a su asombroso instinto político.

Demostró una gran dedicación a lograr una democracia liberal basada en la economía social de mercado y el anticomunismo.

Trabajó para recuperar la economía de Alemania Occidental desde la destrucción bélica hasta una posición hegemónica en Europa.

Asimismo, restableció las fuerzas armadas alemanas (Bundeswehr) en 1955 y firmó con Francia varios tratados que permitirían la unificación económica de Europa Occidental.

[8]​ Muchas conversaciones de Adenauer con periodistas selectos revelan el brillante conocimiento político que poseía.

Se había producido un importante debate en el Zentrum desde 1906 con respecto a la cuestión de si el Zentrum debía "abandonar la torre" (es decir, permitir que los protestantes se unieran para convertirse en un partido de varias confesiones) o "permanecer en la torre" (es decir, continuar siendo un partido católico solamente).

[18]​ Al mismo tiempo, Adenauer se aferró a la esperanza de que el Rentenmark todavía pudiera circular en Renania.

Hacia el fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, Adenauer contaba con sesenta y nueve años, era confederalista y representaba a la Alemania policentrista del Sacro Imperio Romano, la alternativa posible para los regímenes totalitarios que prevalecieron entre las dos guerras: La política de los aliados consistió en reponer en sus cargos a los que habían sido cesados por el nazismo.

Adenauer inició la reconstrucción de la Alemania Occidental y ayudó a convertir la nación en una potencia económica.

Pero no sin que antes la cuestión alemana hubiera quebrantado el edificio del parlamentarismo francés.

Al alcanzar su partido la mayoría parlamentaria, pudo formar un Gobierno homogéneo sin buscar la alianza de ninguna otra fuerza política.

En 1959 consideró brevemente presentarse para el puesto de presidente, pero en lugar de eso escogió a un candidato (Heinrich Lübke) al que consideraba lo suficientemente débil como para no interferir en sus asuntos como canciller.

En 1962 se produjo el escándalo Spiegel, cuando la policía arrestó por orden del gabinete a cinco periodistas de dicho semanario, acusándolos de traición, específicamente por publicar un memorándum detallando supuestos puntos débiles en las fuerzas armadas alemanas.

Los miembros del gabinete que pertenecían al FDP renunciaron a sus puestos en noviembre de 1962, y el ministro de Defensa Franz Josef Strauß, líder de la Unión Social Cristiana (CSU),[24]​ fue despedido, al igual que los miembros del gabinete que formaban parte del mismo partido.

El estilo autocrático de Adenauer creó bastante descontento político, lo cual contribuyó a que se desencadenaran las revueltas estudiantiles de los años 1960[cita requerida] y la toma del poder a través del SPD en 1969.

Konrad Adenauer leyendo en 1951.
Konrad Adenauer junto a Winston Churchill el 12 de mayo de 1956.
Sello postal alemán con la efigie de Konrad Adenauer (1968).
Placa conmemorando la reconciliación franco-alemana.