Fue el mayor estado alemán durante la República de Weimar, poseyendo casi cinco octavos de su territorio y población.
[1] En su nombre se prefirió la utilización de «Estado Libre» a «República», pues este último recordaba a la cultura latina, que era asociada con Francia por la mayoría de los alemanes.
Excepto por sus colonias imperiales y Alsacia y Lorena, todas las pérdidas territoriales alemanas eran pérdidas prusianas.
Estas pérdidas separaron a la Prusia Oriental, la cuna del II Imperio Alemán, del resto del país, ahora sólo accesible por ferrocarril, por el corredor polaco o por mar.
Dado que este estado poseía tanto territorio y población de Alemania, el gobierno en un comienzo pensó dividir Prusia en estados más pequeños y más manejables, pero el sentimiento tradicionalista prevaleció y Prusia siguió inalterada, a pesar de sus pérdidas territoriales.