El Rentenmark sustituyó al antiguo Papiermark, el papel moneda utilizado por los gobiernos alemanes desde el inicio de la Gran Guerra y que no estaba respaldado por oro.
Por lo tanto, el Banco Central o Deustche Reischsbank emitía billetes carentes de respaldo, y que por lo tanto perdían valor con inusitada rapidez, causando una hiperinflación que perjudicaba gravemente la economía nacional.
La grave situación, con un vertiginoso aumento de precios, motivó que el nuevo presidente del Banco Central, el economista Hjalmar Schacht, propusiera la emisión del Rentenmark, basado en una serie de hipotecas impuestas por el gobierno alemán sobre la tierra y mercancías industriales por un valor de 3.200 millones de Rentenmark para respaldar la nueva moneda.
El Rentenmark fue concebido solamente como una moneda "intermedia" que mantuviese la continuidad del antiguo marco alemán mediante una conversión donde la moneda no tuviera respaldo en oro, sino en productos de la economía nacional, y no se había proyectado para tener curso legal.
Pese a este cambio, en la práctica los billetes del Rentenmark siguieron siendo emitidos por el Deutsche Reichsbank y aceptados como moneda durante largos años, y tuvieron curso legal en Alemania hasta 1948.