La intención era incentivar la cooperación entre los países europeos, asolados por dos guerras mundiales en la primera mitad del siglo XX, para fomentar así una solidaridad entre los Estados que garantizara la paz.
Esta vez, pero, no se le pondría un plazo de validez en años al tratado.
En esta nueva Comunidad Europea (la CEE), se tratarían distintos y variados temas, todos económicos, que servirían para ampliar aún más la cooperación de los Estados europeos que quisieran formar parte de ella.
En ese mismo tratado, se estableció que las tres Comunidades Europeas, la CECA, la CE (anterior CEE), y la CEEA (o EURATOM), pasarían a formar parte de la nueva Unión Europea.
Se confunde muchas veces la CEE con la CE (Comunidad Europea), y con la actual UE (Unión Europea), cuando en realidad, no son exactamente lo mismo (aunque la CE fue la heredera directa de la desaparecida CEE, y a su vez, la CE fue sólo una parte de la Unión Europea).
Tampoco, igual que la CEE, tendrá un plazo marcado de años para su existencia.
Con el llamado procedimiento de cooperación, el Parlamento Europeo participó en la legislación general y podía adoptar oficialmente enmiendas para los proyectos legislativos, aunque la última palabra todavía permanecía en el Consejo de la UE.