[1] Experto en acciones de espionaje y sabotaje, fue apodado por los estadounidenses como «Caracortada» debido a las grandes cicatrices que surcaban sus mejillas.
Se hizo famoso al rescatar al dictador italiano Benito Mussolini, así como por llevar a cabo la Operación Greif («Grifo», en español), que le valió el título de «el hombre más peligroso de Europa» por los Aliados.
Su familia tenía una larga historia de servicio militar y era muy nacionalista, valores que moldearían su personalidad.
El décimo resultó en una herida que dejó una dramática cicatriz de duelo —conocida en la esgrima académica como Schmiss (en alemán, 'herir' o 'golpear')— en su mejilla.
Libró trece duelos en total, y en el décimo, en 1928, recibió la Schmiss o cicatriz de honor que llevó con orgullo toda su vida.
Skorzeny fue llamado a la Guarida del Lobo, cuartel general de Hitler en Prusia oriental.
Desde entonces estuvo buscando a Mussolini, siendo atacado por cazas británicos, que derribaron su Heinkel He 111, sufriendo algunas heridas de mediana gravedad.
Mussolini fue embarcado en una avioneta Storch, donde también se acomodó el mismo Skorzeny como su guardaespaldas, a pesar de las protestas del piloto.
Skorzeny y Mussolini se trasladaron a Viena en un Heinkel He 111 que estaba allí especialmente preparado por Student.
Los alemanes, en desventaja numérica, lograron derrotar a los partisanos, pero durante el ataque Tito huyó.
Sin embargo, al temer por la vida de su hijo, Horthy decidió finalmente no rendir Hungría.
La Operación Puño de Hierro (Unternehmen Eisenfaust) se llevó a cabo esa misma noche.
No obstante, Skorzeny subió inesperadamente con sus vehículos armados la colina y después de enfrentarse con los defensores, la tomó, con 4 muertos alemanes.
El almirante Horty fue llevado como «invitado» a Alemania, donde abdicó pocos días después.
Debido a que utilizaban el uniforme enemigo, se les acusó de espionaje y fueron fusilados inmediatamente, muriendo al menos unos 20.
Hitler estaba furioso y se le ordenó que organizara un comando de hombres rana para volar el Puente Ludendorff.
La operación fue un fracaso y los hombres que no fueron apresados murieron congelados en las heladas aguas del Rin.
El 11 de abril Skorzeny abandonó Viena y, obedeciendo órdenes de Berlín, se dirigió al llamado «Reducto Alpino», en el lago Toplitz, entre Austria y Alemania, donde debería organizar la defensa del último baluarte nacionalsocialista.
Al final, fue acusado de ordenar a sus hombres que utilizaran el uniforme enemigo durante la Operación Greif.
Skorzeny nunca se retractó de sus ideales nacionalsocialistas y consideró a Claus von Stauffenberg un traidor que jamás debió haber estado en la Wehrmacht.
Skorzeny se estableció en Madrid y siguió trabajando de ingeniero representando a prósperas compañías acereras alemanas.
En España fue bien tratado por el régimen franquista: gozó de gran prestigio y popularidad debido a sus hazañas en la guerra.
Ayudó al agente nazi Gerhard Hartmut von Schubert a establecer la agencia de seguridad Paladin en España.
[5] En 1962 fue reclutado por el Mossad para conseguir información clave sobre los científicos alemanes que trabajaban para Egipto desarrollando misiles y cohetes para atacar Israel, a cambio de inmunidad.