El complejo se encontraba en la aldea de Gierłoż (en alemán: Forst Görlitz), cerca de Kętrzyn, antigua Rastemburg, en lo que antes era Prusia Oriental y hoy es Polonia.
Esto se debe a que Hitler fue apodado durante un tiempo Herr Wolf por sus amigos más cercanos y a la fuerte influencia que en la mitología germánica tiene la leyenda del Werwolf.
Tenía su propia central eléctrica y recibía suministros de una base aérea cercana.
Sin embargo, a pesar de que se utilizaron potentes explosivos, los edificios permanecieron en pie, aunque seriamente dañados.
Hoy en día el sitio es una popular atracción turística, y en el lugar se encuentra un monumento a los conspiradores del 20 de julio.