También se les llama así a las submuniciones antipersona disparadas por un cañón, o desde un obús especializado.
Cuando la bomba detonaba, la metralla resultante podía perforar la piel y cegar a los soldados enemigos.
[4] El término "sharpnel" es usualmente empleado para referirse a los fragmentos producidos por la detonación de cualquier artefacto explosivo.
Cuando este es disparado, recorre una distancia predeterminada en su trayectoria balística, entonces la espoleta enciende la carga explosiva secundaria relativamente poco potente (frecuentemente pólvora negra o cordita) en la base del proyectil.
La detonación de esta carga fractura la matriz que mantiene las balas en su lugar y expulsa la espoleta de la punta del proyectil para abrir paso a las balas, que son expulsadas fuera del proyectil sin romperlo (este último cayendo al suelo, pudiendo recuperarse y reutilizarse).