En 1915, franceses y británicos manufacturaron una primera línea que pasaron a denominar “Pétard Raquette” (Petardo cepillo), ya que la carcasa se ataba mediante un hilo de alambre a un mango de cepillo para pelo.
[2] La bomba Mills fue adoptada por el Ejército Británico como su granada de mano estándar en 1915, siendo denominada como No.
36M, fue especialmente diseñada e impermeabilizada con shellac[3] inicialmente para ser empleada en el cálido clima de Mesopotamia en 1917, pero continuó siendo producida por varios años.
La Mills tiene un diseño clásico; una "piña" estriada de hierro fundido con un percutor central sostenido por una palanca y asegurado con un pasador.
La Mills era una granada defensiva: después de lanzarla, el usuario debe ponerse a cubierto inmediatamente.
La N.º 36M Mk.I continuó siendo la granada estándar de las Fuerzas Armadas Británicas y se fabricó en el Reino Unido hasta 1972, cuando fue completamente reemplazada por la L2.
Se han empleado en combate bombas Mills en fechas tan recientes como 2004, por ejemplo durante el incidente donde murió el Cabo Jason Dunham y fueron heridos dos de sus camaradas.
Además se descubrió que el continuo lanzamiento de granadas con este método dañaba el cañón del fusil.