[4][3] Los británicos no adoptaron inmediatamente esta idea y entraron a la Primera Guerra Mundial sin granadas de fusil.
[4] Después de la Primera Guerra Mundial, la granada de fusil con varilla fue declarada obsoleta y las restantes granadas Hales fueron reemplazadas con bombas Mills equipadas con discos obturadores, para ser lanzadas desde una bochacha lanzagranadas instalada en el fusil.
La granada de fusil francesa 'VB', llamada así por sus inventores, Viven y Bessières, era lanzada desde el fusil estándar con un adaptador especial y un cartucho estándar, teniendo un alcance efectivo de unos 160 a 183 m (175 a 200 yardas) y un radio explosivo de 68,5 m (75 yardas).
La granada se podía lanzar apoyando el fusil en el hombro, pero debido al gran retroceso y al pobre equilibrio del fusil equipado con la granada, era más usual lanzarla apoyando la culata del fusil en el suelo y sosteniéndolo en el ángulo adecuado, o montándolo sobre un trípode.
[7][8][9][10] Al entrar a la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos trató de adoptar la granada VB, pero no fue muy exitosa.
Cuando la varilla era parcialmente insertada, la presión en la recámara se reducía y lanzaba la granada a corta distancia.
Además de ofrecer la fuerza para lanzar la granada, los gases del disparo eran dirigidos a través de un agujero en la varilla, ofreciendo la fuerza necesaria para armar la granada.
Una vez armada, la granada tenía una pesada espoleta que la detonaba al impactar.
[13] Cuando se disparaba la bocacha, la bala es atrapada, el cuello del casquillo se expande y los gases pasan al cañón de la bocacha a través de cuatro agujeros, proveyendo la energía necesaria para lanzar la granada.
[13] Luego que la granada es lanzada, se abre la recámara de la bocacha, el casquillo es eyectado y la bala cae.
[13] La necesidad de retirarle el cerrojo al fusil lo dejaba inoperable hasta que fuese puesto en su lugar, un procedimiento lento y complejo.
Actualmente, puede ser visto como un primigenio aunque fallido antecesor de los modernos lanzagranadas acoplados, tales como el M203.
También eran empleadas para lanzar granadas de mano Tipo 91 equipadas con colas con aletas.
No explotaba al impacto, sino que fue diseñada para activar su espoleta en vuelo.
[18] Sus sencillas aletas le otorgaban cierta estabilidad en el aire, detonando al impactar.
En 1942, la Alemania nazi introdujo una bocacha lanzagranadas llamada Gewehrgranatengerät o Schiessbecher ("taza de disparo") que fue desarrollada a partir de las bocachas lanzagranadas diseñadas durante la Primera Guerra Mundial.
Podía ser empleada contra infantería, fortificaciones y vehículos ligeramente blindados a una distancia de 280 m (306 yardas).
Para estas tareas, se desarrollaron granadas especializadas con sus respectivos cartuchos propulsores para las 1.450.113 bocachas lanzagranadas Schiessbecher producidas.
Los cartuchos propulsores disparaban una bala de madera a través del cañón del fusil hacia la granada, que la armaban automáticamente al impactarla y encendían su carga lanzadora.
La bocacha lanzagranadas iba sobre la boca del cañón, sostenida en su lugar mediante un mecanismo con abrazadera.
En especial la granada ENERGA belga, que fue ampliamente adoptada por países occidentales.
Estas granadas fueron diseñadas para ser empleados por soldados comunes, al contrario de los granaderos especialmente entrenados.
El AK-47 puede montar una bocacha lanzagranadas que emplea las granadas de mano soviéticas estándar RGD-5.
Como su nombre lo indica, estas granadas permitían el empleo de munición estándar.
Estos sistemas emplean una bocacha lanzagranadas acoplada a la boca del cañón de la escopeta, para lanzar diversas granadas no-letales.
Estas bocachas fueron diseñadas para reemplazar al apagallamas de un fusil Colt AR-15.