Los extremos del bote eran cerrados con discos de madera o metal.
Cuando eran llenados con desperdicios o chatarra en lugar de balas, eran llamados granalla.
En 1753 se introdujo en servicio el Obús secreto, un cañón especial con ánima oval - destinada a dispersar aún más las balas - en el Ejército Imperial Ruso, aunque por poco tiempo tras demostrar su poca efectividad.
Al ser disparado, el bote se desintegra esparciendo sus esquirlas y balas en un patrón cónico, produciendo un amplia área de destrucción.
A veces, especialmente a muy corta distancia, los artilleros disparaban el sumamente letal "bote doble", que eran dos botes de metralla cargados en el cañón y disparados con una sola carga propulsora.
Además puede emplearse para abrir accesos en edificios, reducir alambradas y limpiar vegetación densa, así como impactar helicópteros y aviones que vuelan a baja altitud.
[8] El shrapnel fue desarrollado a partir del bote de metralla durante las guerras napoleónicas, siendo ideado para producir el mismo efecto del bote de metralla, pero a mayores distanicias.