Al ser disparado el racimo, las balas se esparcen desde la boca del cañón, produciendo un efecto de escopeta gigante.
[2] El racimo de metralla era devastadoramente efectivo contra infantería agrupada a corta distancia.
Cuando era empleado en guerra naval, el racimo de metralla tenía un doble propósito.
[3] En segundo lugar, las balas eran fundidas con un tamaño suficiente para cortar aparejos, destruir pértigas y mástiles, así como perforar múltiples velas.
[2] La granalla es una forma improvisada del racimo del metralla, que emplea eslabones de cadena, clavos, trozos de vidrio, piedras y otros objetos similares como balas.