Sitio de Savannah

Un año antes, la ciudad de Savannah, en el estado de Georgia había sido tomada por un cuerpo expedicionario del Ejército británico al mando del teniente coronel Archibald Campbell.

Según los franceses, la intimación se produjo en esta forma únicamente debido a que el Ejército Continental todavía no había llegado al lugar, aunque los leales pro-británicos de las colonias utilizaron el incidente como pretexto para acusar a Francia de tener apetencias territoriales propias sobre el territorio de las colonias, utilizando esta propaganda en su provecho.

El fuego defensivo de los británicos fue tan vivo y estuvo tan bien dirigido que la columna de asalto quedó desorganizada, aunque no obstante pudieron plantarse dos estandartes en los reductos británicos.

También resultó vano el esfuerzo del conde Pulaski quien, al frente de unos 200 jinetes, pretendió penetrar en la ciudad pasando a toda velocidad entre los reductos británicos; además, resultó herido de muerte en el intento.

El conde d'Estaing recibió en el asalto dos heridas, debiendo su salvación únicamente a los esfuerzos de un joven ayudante, Truguet.

Por su parte, la Milicia de Charleston únicamente tuvo que deplorar la muerte del capitán Shepherd y 6 heridos.

Cuando la ciudad fue intimada a la rendición, se dice que no había ni siquiera diez cañones montados en la línea defensiva de Savannah.

Las pérdidas sufridas por los defensores fueron insignificantes, puesto que disparaban siempre a cubierto y, por lo demás, buena parte de los asaltantes no tuvieron siquiera la posibilidad de llegar a disparar contra ellos.

Tras el fracaso del asalto, la milicia estadounidense se desmovilizó y regresó a sus hogares.