Maurizio Pollini

Como intérprete, destacaba en la ejecución de obras de Beethoven, Schubert, Chopin, Schumann, Brahms, Schoenberg, Webern, así como compositores vanguardistas del siglo XX como Pierre Boulez, Luigi Nono, Karlheinz Stockhausen, Giacomo Manzoni, Salvatore Sciarrino y Bruno Maderna.

Asimismo, fue director de ópera y música orquestal, haciéndolo en ocasiones desde el teclado.

Es importante destacar la estirpe pianística de Pollini, ya que proviene desde el mismo Chopin; su maestro Carlo Vidusso estudió con Ernesto Drangosch.

[cita requerida] Nació en Milán, hijo del arquitecto racionalista Gino Pollini y de la música Renata Melotti, ambos italianos.

Se presentó al lado de Claudio Abbado en La Scala en un ciclo de conciertos para estudiantes y trabajadores, en un intento por construir una nueva audiencia, pues pensaban que el arte debe ser para todos.

El retorno al pasado, bajo cualquier forma que sea, no me interesa.

Son memorables sus colaboraciones con directores como Claudio Abbado, Karl Böhm y Pierre Boulez.

Como técnico es perfecto, tranquilo e impecable; cualquier cosa que toque suscita envidia y miedo en sus colegas.

Tiene un repertorio que cubre la mayor parte de la literatura y lo toca todo con la misma serena perfección...

Para Pollini, Beethoven no debe ejecutarse bajo unos presupuestos dulces o excesivamente melódicos, sino con toda la violencia requerida en los frecuentes cambios dinámicos tan típicos de su música.

Toda la técnica desplegada por Pollini responde a un duro trabajo personal en el que invierte cuatro horas cada día, aunque el pianista milanés recomienda no sobrepasar este tiempo dedicado a los ejercicios para evitar caer en una obsesión que puede resultar muy contraproducente.

Admirador de Rubinstein, Horowitz y Arrau, posiblemente el pianista más influyente en su carrera haya sido Arturo Benedetti-Michelangeli, un intérprete con quien ha sido siempre comparado pese a que los planteamientos pianísticos de ambos músicos no se asemejan más que superficialmente.

En marzo del 2012 se anunció que Pollini había cancelado todas sus próximas presentaciones en los Estados Unidos, debido a razones de salud.