Emil Guilels

Luego pasa al Conservatorio de Moscú en donde se pone bajo la dirección del famoso Heinrich Neuhaus.

Serguéi Rajmáninov, escuchando por la radio los conciertos de Guilels, le envió una medalla y un diploma que él había recibido para simbolizar su puesto como sucesor de Antón Rubinstein; Rajmáninov considerará a Guilels su sucesor.

Durante el desarrollo de la II Guerra Mundial dio conciertos cerca del frente a los soldados soviéticos.

Su estilo interpretativo enérgico y épico, muy adecuado para la música de Beethoven, arrastraba a las audiencias.

[3]​ Guilels fue un ejecutante de enorme nivel, sobrio, que hacía verdaderamente “cantar” al piano mediante un hondo contenido emocional.

[5]​ También actuó en música de cámara, formando un trío legendario junto al violinista Leonid Kogan y Mstislav Rostropóvich.

Emil Guilels – que daba unos cien conciertos por año −, fue un intérprete con un repertorio muy extenso: J. S. Bach, Handel, Rameau, Scarlatti, C.P.E.

Bach, Clementi, Haydn, Mozart, Beethoven, Weber, Schubert, Schumann, Chopin, Liszt, Brahms, Mendelssohn, Grieg, César Franck, Saint-Saens, Smetana, Alyábiev, Balákirev, Chaikovski, Rajmáninov, Scriabin, Metner, Glazunov, Prokófiev, Shostakóvich, Debussy, Ravel, Faure, Poulenc, Stravinski, Manuel de Falla, Albéniz, Vainberg, Kabalevski, Jachaturián, Krein, Pancho Vladigerov, Bartók y otros.

[3]​ Guilels se caracterizaba por su sonido voluminoso, que no perdía en belleza cuando el pianista tocaba muy fuerte o muy rápido.