Preludios (Debussy)

Junto con En blanc et noir y la selección de sus doce Études, todos ellos compuestos en 1915, los veinticuatro Préludes de Debussy marcaron definitivamente el pensamiento pianístico del compositor francés.

Aunque estos Préludes están considerados como una de las cimas de la música impresionista, deben ser mirados como una invitación al viaje y al sueño más que como una pintura descriptiva.

El propio Debussy declaró, a propósito de sus Estampes (1903): «Quand on n'a pas les moyens de se payer des voyages, il faut suppléer par l'imagination» ("Cuando uno no tiene los medios para pagarse los viajes, debe sustituirlo por la imaginación").

Algunos, sin embargo, son bastante ambiguos: Voiles, por ejemplo, puede interpretarse en masculino y en femenino.

Los dos preludios más conocidos de estas dos series pertenecen ambos al primer libro.

Los conocidos "Acordes de campanas" de La cathédrale engloutie , el Preludio nº10 .