Se atribuye dicho término a Hadrianus Junius, quien llamó a estos libros «prima artis [typographicae] incunabula» en 1588 en su obra póstuma Batavia,[3]si bien, se consideró por mucho tiempo que el primer uso de este término lo había hecho Bernhard von Mallinckrodt, en su obra De ortu et progressu artis typographicae (Del nacimiento y progreso del arte tipográfico).Estas ediciones son documentos históricos que, por primera vez, pusieron la cultura al alcance de todos.Durante los primeros treinta años, la imprenta se expandió por Europa occidental y comenzó a dividirse en diferentes actividades especializadas.Pero ya en el mismo siglo fueron adoptándose otros tipos de letras, especialmente la redonda o romana, la veneciana o itálica y la cursiva, mucho más legibles que las primeras y que al fin prevalecieron sobre estas (salvo en Alemania) desde comienzos del siglo siguiente.1530) o los llamados popularmente 'incunables latinoamericanos', es decir, los primeros impresos realizados en el continente americano, que siempre serían posteriores a 1501.