En 193 estalló una guerra civil en Roma por el trono del imperio y poco después Severo se autoproclamó emperador.Severo, entonces gobernador de Panonia Superior, marchó desde el norte con sus tropas sobre Roma, tras lo que depuso a Juliano y lo ejecutó.[13] Cuando poco después Severo proclamó a su hijo Caracalla como sucesor, Clodio Albino fue aclamado como emperador por sus tropas.[16] En esta época, le concedieron varios títulos honorarios similares a los que se le habían dado a Faustina la Menor, esposa de Marco Aurelio, entre estos mater castrorum, madre de los campamentos legionarios,[16] mater Augustus, madre del Augusto, y mater patriae, madre de la patria.[17] Fue respetada y bien valorada durante la mayor parte de su reinado, evidencia de lo cual son las monedas que se acuñaron con su efigie en las que se la menciona con sus títulos o simplemente como «Julia Augusta».[18] Severo ordenó acuñar varios medallones para Domna ya desde 207, en el reverso de los cuales se leía «Vesta Mater» (Madre Vesta), lo cual, de acuerdo con la historiadora Molly M. Lindner, «podría aludir a una invocación a Vesta durante los rezos y súplicas que realizaban las vírgenes vestales cada vez que rezaban públicamente».[20] Cuando murió Severo en 211 en la ciudad de Eboracum, actual York en Inglaterra, Julia pasó a ser la mediadora entre sus dos hijos, Caracalla y Geta, que se suponía que iban a gobernar como coemperadores de acuerdo con el deseo expresado por su padre en las últimas voluntades.[22][23] Durante su campaña contra el Imperio parto en 217, Caracalla fue asesinado por un soldado romano.[24] Tras tener noticia del magnicidio, Julia decidió suicidarse,[25][26] aunque esta decisión quizá pudo estar también precipitada tras saber que padecía cáncer de mama y por su renuencia a regresar a una vida privada.[33] También se cree que Julia introdujo en Roma el uso de pelucas, una moda asiria.[35] Es igualmente citada en Heliogábalo o el anarquista coronado[36] (1934), de Antonin Artaud.