Mabuse
Sus figuras, como piezas sobre un tablero de ajedrez, son a menudo rígidas y convencionales.Parece que Mabuse estudió en Italia principalmente las frías y pulidas obras de la escuela leonardesca.Los flamencos injertaron manierismos italianos en sus propias obras; y algunos críticos opinan que el cruce fue tan desafortunado que durante un siglo el arte flamenco perdió todo rastro de originalidad.Es difícil encontrar nada más opuesto a lo italiano que Anfítrite, salvo acaso su pareja Neptuno.En obras posteriores del mismo tema, la Adán y Eva de Hampton Court, o su más débil réplica en Berlín y Venus y Amor (Museos reales de Bellas Artes de Bélgica), Bruselas), se observa más desnudez, combinada con un realismo que resulta rudo comparado con lo que se hacía en Italia.Normalmente este rasgo tiende a ser molesto, pero cuando aparece poco, el maestro muestra una brillante paleta combinada con una superficie suave y unos perfiles incisivos.Estos retratos son idénticos a los de tres niños en Hampton Court, que durante mucho tiempo se conocieron y se copiaron como retratos del príncipe Arturo, príncipe Enrique y princesa Margarita de Inglaterra.Van Mander parece más atinado al describir la espléndida apariencia del artista cuando, vestido con brocado dorado, acompañó a Lucas von Leyden en un viaje de placer por Gante, Malinas y Amberes en 1527.Su muerte en Amberes está registrada en un retrato grabado de Jerome Cock.Combinó elementos propios del renacimiento italiano (claroscuros, perspectiva, motivos clásicos del paganismo grecorromano), con la vivacidad y precisión técnica de la pintura flamenca, haciendo así una particular síntesis con el Renacimiento nórdico.La ejecución exquisita, con múltiples veladuras, se explica por la clientela selecta, de la nobleza, que le encargó obras.