El código Da Vinci es una novela de misterio escrita por Dan Brown y publicada por primera vez por Random House en 2003 (ISBN 0-385-50420-9).El código Da Vinci es una novela que utiliza el mismo personaje principal que la anterior novela del mismo autor, Ángeles y demonios (2000), que no alcanzó el éxito editorial de esta (otras dos novelas anteriores del mismo autor tampoco lograron mayor repercusión).En el libro, el Opus Dei estaría presuntamente involucrado en una conspiración para encubrir la verdadera historia de Jesucristo, quien se habría casado con María Magdalena y habría tenido descendientes que llegaron a Francia, en concreto la dinastía merovingia.La teoría expuesta literariamente por Brown implica que el cristianismo habría vivido conscientemente dentro de una mentira fraguada por la Iglesia católica durante los últimos dos mil años.Estas críticas han llevado incluso a la redacción de por lo menos diez libros que pretenden refutar sus argumentos.Sin embargo, la parte más polémica de la novela (la supuesta descendencia de Jesucristo y María Magdalena) no es una invención de Brown, sino que proviene del libro Holy Blood, Holy Grail (‘Santa Sangre, Santo Grial’), traducido al español como El enigma sagrado, escrito por Michael Baigent, Richard Leigh y Henry Lincoln, por el cual se entablaron algunos juicios contra Brown por un presunto plagio a los referidos escritores.La interpretación que realiza tanto Langdon como la agente francesa Sophie Neveu, nieta de Saunière, los llevan a analizar otras obras como la Mona Lisa.Aunque ambos libros se centran en el mismo personaje, no es necesario leerlos en orden.Neveu informa en secreto a Langdon conminándole a que llame al servicio de mensajes telefónicos de Neveu y escuche el que ella le había dejado.Acuerdan encontrarse en Florencia, al igual que hizo con Vittoria en Ángeles y demonios.Sobre el plexiglás protector de La Mona Lisa, Saunière escribió el mensaje «no verdad lacra iglesias» (So Dark the con of Man) con un rotulador de tinta invisible utilizado en los museos y que se detecta bajo luz ultravioleta.Detrás de esta pintura, Saunière ocultó una llave que tenía escrita una dirección.La clave es en verdad un criptex, neologismo acuñado por Dan Brown a partir de las palabras criptografía y codex, y presentado en la novela como un dispositivo cilíndrico diseñado por Leonardo da Vinci para que se pudiera transportar mensajes con seguridad.Para abrirlo, la combinación de componentes rotatorios rotulados con las letras del abecedario deben formar una palabra, en orden correcto.Mientras vuelan hacia Inglaterra a bordo del jet de Sir Leigh Teabing, miembro de la Real Academia Inglesa de Historia, erudito en el tema del Grial, Langdon resuelve el primer enigma que resulta ser "S-O-F-I-A", la antigua (y moderna) forma griega del nombre Sophie, que también significa ‘sabiduría’.El criptex contiene otro más pequeño con un segundo acertijo para resolver su combinación.El orbe se refiere a la manzana observada por Newton que se dice lo llevó a formular la Ley de gravitación universal y por esto la combinación del segundo criptex es "A-P-P-L-E" (POMUM).Teabing había contactado con el obispo Aringarosa, perteneciente al Opus Dei y protector de Silas, utilizando un falso acento francés, para ocultar su identidad y lo engañó para que financiara la búsqueda del Grial.Mientras tanto, en Londres, la policía se moviliza en pos de Silas, quien al saberse atrapado, intenta escapar.Ella es la mujer que participó en el ritual sexual pagano (Hieros Gamos) junto a Jacques Saunière.Después de que Langdon le mostrara el poema a Chauvel, esta se mostró complacida y sorprendida ante el ingenio del Gran Maestre y, dejando a Langdon desconcertado, se despidió del académico no sin antes decirle que cuando se diera cuenta de lo que significaba «ojalá sepa guardar el secreto».Al final del libro, Langdon reflexiona sobre el acertijo y de repente, recuerda los marcadores dorados en las calles de París que señalan el lugar del antiguo meridiano.Esto ha provocado que sean los europeos en concreto quienes más han atacado la obra de Brown, como ya ocurrió con sus libros anteriores (ver La fortaleza digital).Otro pleito, de Michael Baigent y Richard Leigh, afirma que hay plagio de su libro Sangre Santa, Santo Grial (El enigma sagrado en su edición española) y está en proceso.Esta evidencia puede, si resulta admisible, dar a conocer su trabajo, aunque Brown nunca les ha negado tal reconocimiento ya que el ensayo Sangre Santa, Santo Grial es citado por su nombre en la novela, junto con La revelación de los templarios y otros libros originales.