[1] Los chetniks de Mihajlović representaron principalmente a la vieja política serbia en la guerra civil que, en medio del conflicto mundial y la división territorial del país entre los ocupantes y las distintas fuerzas nacionalistas, les enfrentó a las fuerzas revolucionarias controladas por los comunistas yugoslavos.[2][6] La alianza táctica también les permitía enfrentarse en mejores condiciones con sus rivales, los partisanos yugoslavos, que fueron la principal oposición a las fuerzas ocupantes.[17] Tras la guerra, quedaron subordinados a un jefe común denominado «voivoda» y contaban con organizaciones locales por todo el país, aunque eran especialmente numerosas en Serbia.[20] Los puestos principales en la organización se hallaban en manos de oficiales del Ejército yugoslavo, serbios en su mayor parte.[26] Las divisiones perpetuaban las diferencias y rencillas que habían caracterizado al movimiento durante el periodo de entreguerras.[28][16][30] La ideología del movimiento era monárquica,[31] anticomunista y contraria a las minorías,[30][32] que deseaban expulsar de ciertas regiones.[54] Se consideraba la única postura realista ante el poderío del Eje,[55] y la más adecuada para los intereses de los aliados.[95] El estallido de los enfrentamientos entre partisanos y chetniks impidió al propio Mihailović viajar a Belgrado como se había acordado con los alemanes.[100] Tras las acciones del verano de 1941 y las posteriores represalias alemanas, los chetniks mantuvieron una actitud fundamentalmente pasiva frente a estos.[102] Expulsados los partisanos de Serbia por la contraofensiva alemana del otoño, los chetniks se vieron obligados a disolverse como grupo, mientras en el vecino Montenegro, por el contrario, su poder crecía.[86] Ignorando esta situación, el Gobierno en el exilio le nombró el 7 de diciembre comandante en jefe del «Ejército Yugoslavo en la Patria».[103] Por su parte, los alemanes no contaban con fuerzas suficientes para acabar definitivamente con la organización de Mihailović y concentraron sus escasas tropas en otras regiones.[113][115] La ofensiva italiana de marzo, que recibió el apoyo chetnik,[116][114] eliminó, sin embargo, a sus partidarios en Montenegro.[119] En la primavera Mihailović, escondido en Serbia y perseguido por los alemanes, pasó a Montenegro[113][117][78] junto con su Estado Mayor, pero sin tropas.[123] En el este, las escasas unidades italianas permitían que Pavle Đurišić controlase la región, también manteniendo un colaboracionismo táctico mientras se hallaba sometido a la autoridad de Mihailović.[126][124] Nuevamente, el objetivo de Mihailović era utilizar la colaboración con los italianos para mantener sus tropas, combatir a los partisanos, y contar con una fuerza lista para actuar junto con los aliados occidentales cuando llegase el momento.[143] Tanto Jevđević como Trifunović-Birčanin sostenían que lo mejor para proteger a la población serbia era la expansión italiana en el NDH mientras durase la guerra.[144] Partisanos y chetniks se disputaban el control de las mismas unidades, sin que existiese una clara separación territorial entre ambas partes.[159] El acuerdo entre el Gobierno croata y las unidades chetniks en la zona contaba con el respaldo de los alemanes, que deseaban aglutinar a las fuerzas antipartisanas.[162][161] Aparecieron entonces miniestados serbios bajo control chetnik dentro del Estado croata como solución al problema multicultural bosnio.[170] El desembarco aliado en el Magreb hizo que los italianos estudiasen la retirada parcial de sus tropas para proteger Italia y cediesen temporalmente ciertos territorios evacuados a los chetniks en noviembre.[217] La administración local estaba cada vez más controlada por el JVO allí donde no se encontraban fuerzas de ocupación, al igual que la Guardia Estatal.[226] Aunque las tropas chetniks posiblemente no disminuyeron en número, su dirección se desintegró en el oeste y sus enemigos aumentaron rápidamente en número (80 000 partisanos más gracias al armamento capturado a los italianos y siete nuevas divisiones alemanas), mientras que la pérdida[227] del apoyo italiano no pudo remplazarse ante la falta de abastecimiento de los aliados.[260] En el Sandžak, Đurišić logró rechazar el avance partisano entre enero y marzo gracias a las fuerzas liberadas por los alemanes, pero no penetrar en Montenegro.[262] Por su parte los alemanes se preparaban para evacuar Serbia ante la pérdida de Rumanía y Bulgaria a finales del mismo mes.[280] En octubre y noviembre, Mihailović ofreció a los aliados 50 000 hombres para combatir bien en Yugoslavia, bien en el extranjero, pero no recibió respuesta.[324] La actitud de Mihailović no debía únicamente evitar las represalias contra la población,[317] sino que también debía permitirle organizar su movimiento, cooperar con los aliados cuando estos comenzasen sus operaciones[317] a gran escala en Yugoslavia y asegurar el regreso del rey y del Gobierno exiliado.[351] A comienzos del verano, el Estado Mayor británico en Oriente Próximo se había convencido de que los partisanos constituían la principal resistencia al Eje en Yugoslavia.[363] Mihailović solicitó entonces la mediación británica para poner fin a la guerra civil, pero Londres rechazó la propuesta, que consideró tardía.[1] En la propia Serbia, las posiciones están divididas entre los partidarios de la rehabilitación y los que se oponen a ella.
Territorios bajo control parcial de las fuerzas de Mihailović en 1942 según la revista
Time
. La información, incorrecta, fue parte de la intensa campaña de propaganda aliada a favor de Mihailović en 1941 y 1942.
[
7
]
Un grupo de
chetniks
posa junto a soldados alemanes en un punto indeterminado de
Serbia
entre 1941 y 1944.
Miembros de la
Legión Negra
, formada principalmente por refugiados
bosníacos
de las matanzas
chetniks
y partisanas en Bosnia oriental. Las atrocidades y la posterior reacción facilitaron la vuelta de la administración
ustacha
a la región.