Acuerdo Churchill-Stalin sobre los Balcanes

[3]​ Este otorgaba el control de los asuntos rumanos principalmente a la URSS mientras los griegos quedaban en manos británicas.

[2]​ Los soviéticos, según su entendimiento del acuerdo, no socorrieron a la guerrilla griega ni la apoyaron mediante propaganda.

[9]​[12]​ Este fue uno de los diversos acuerdos entre las grandes potencias que condujeron paulatinamente al enfrentamiento entre ellas en la posguerra.

[4]​[5]​[15]​ El 8 de junio, Churchill propuso asignar Bulgaria a los soviéticos e integrar Yugoslavia en la zona británica.

[23]​ El acuerdo final fue más desfavorable a los Aliados occidentales, pero la propuesta original no fue rechazada por Stalin para mejorar su posición negociadora, sino para tratar de evitar la oposición estadounidense.

[16]​ La entrada soviética en Bulgaria, que mantenía tropas de ocupación en Tracia, preocupó a los británicos por sus posibles repercusiones en Grecia.

[24]​ En la primera reunión informal[33]​ con Stalin la noche[34]​[35]​ del día 9 —en la que el representante estadounidense, el embajador Averell Harriman no[29]​[36]​ estuvo presente—,[24]​ Churchill comenzó proponiendo la división de los Balcanes en zonas:[11]​[37]​[38]​

[21]​[41]​ El primer ministro británico expresó su aprecio por el armisticio que los soviéticos habían impuesto a Rumanía y su deseo de tener una posición de dominio en Grecia, que Stalin se mostró dispuesto a aceptar dada la importancia del control del Mediterráneo para los británicos.

[44]​[nota 2]​ La coincidencia de Stalin y Churchill fue casi total, salvo en lo referido a Bulgaria.

[47]​ En efecto, el 10 de octubre, Molotov y Eden se reunieron para perfilar el acuerdo alcanzado.

[47]​ Durante la reunión, los soviéticos rechazaron la división anterior de Hungría y propusieron una preponderancia del 75 % para la URSS.

[11]​ Según el representante estadounidense en Londres, el objetivo de los británicos era lograr la cooperación soviética para unir las distintas facciones yugoslavas.

[53]​ Churchill perseguía el mantenimiento de una cierta influencia británica en la región, a la que Stalin se mostró al comienzo comprensivo.

[2]​[nota 6]​ Los soviéticos, según su entendimiento del acuerdo, no socorrieron a la guerrilla griega ni la apoyaron mediante propaganda.

[2]​[9]​ Los informes del Foreign Office confirmaban la neutralidad soviética en el enfrentamiento entre los británicos y los comunistas griegos.

[11]​ La conferencia, sin embargo, no trató las contradicciones entre los acuerdos de la misma y el anterior pacto Churchill-Stalin.

[68]​ Los porcentajes acordados en octubre del año anterior no se mencionaron en esta conferencia ni en las posteriores celebradas por las tres potencias.

[10]​ El pacto fue uno de los diversos acuerdos entre las grandes potencias que condujeron paulatinamente al enfrentamiento entre ellas.

[13]​ La Unión Soviética necesitaba Gobiernos favorables en los países limítrofes,[67]​[nota 7]​ lo que en la práctica descartaba los elegidos democráticamente, mientras que los Aliados occidentales deseaban a la vez mantener las buenas relaciones con la URSS, lograr la creación de Gobiernos democráticos pero no hostiles a los soviéticos como en el anterior periodo de entreguerras y no involucrarse en demasía en la zona, objetivos que resultaban incompatibles.

[65]​ Esperaban que el control soviético de los países vecinos permitiese una cierta autonomía a estos y la nueva situación se asemejase a la que los Estados Unidos mantenían en América con su «política de buena vecindad».

El presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt , que se opuso originalmente a la propuesta de áreas de control de Churchill , temiendo que se convirtiesen en zonas de influencia permanentes de las potencias, aceptándola con reservas más adelante.
Stalin y Churchill en Teherán a finales de noviembre de 1943. Churchill trató de frenar el avance político del segundo en los Balcanes en 1944 a través del acuerdo sobre zonas de control, a pesar del recelo estadounidense.