[29] El control italiano, sin embargo, no pudo hacerse efectivo por la debilidad económica de Mussolini y los intereses alemanes en explotar Croacia para su beneficio.
[38][37] De todos los Estados bajo ocupación militar del Eje, sin embargo, fue el que contó con mayor autonomía interna.
[18] Los acuerdos incluían también el nombramiento del duque italiano como rey[16][19] formal, pero sin poderes, de Croacia.
[29] Este Estado de terror recibió el apoyo de la Iglesia católica croata, cuyo arzobispo Aloysius Stepinac fue colaborador directo del régimen en sus comienzos, distanciándose más tarde,[47] aunque apoyando en todo momento la independencia del Estado y su ideología católica.
[29] La relación, sin embargo, era de pura conveniencia: Mussolini pretendía anexionarse parte del territorio yugoslavo y controlar a los croatas, mientras que estos no tenían intención alguna de convertirse en títeres del italiano, solo utilizar su apoyo en armas, entrenamiento, dinero y diplomacia.
[29][22][27] Solo entonces los alemanes habían permitido la proclamación del nuevo Estado por Pavelić, traído, junto con sus partidarios, de Italia.
[64] Nunca contó con una Constitución, limitándose Pavelić a jurar los principios de su movimiento, declarados ley suprema del Estado.
[11] Sin Parlamento al comienzo, este, el Sabor, apenas se reunió unas semanas a comienzos de 1942,[65][60] con la intención de aumentar la popularidad del régimen mediante la resurrección del tradicional parlamento croata disuelto en 1918 y reclamado durante el periodo yugoslavo por los partidos croatas.
[66] Únicamente aprobó una ley durante su corta existencia[65] y no fue reunido como cámara con poder real, sino por simple propaganda.
[60] El territorio se dividió en veintidós condados administrados por un prefecto, que no seguían las fronteras tradicionales, en parte para evitar tendencias autonomistas entre los musulmanes de Bosnia.
[105][60][106] Judíos y gitanos eran discriminados por considerárseles no arios,[105][104] a diferencia de la «raza croata», definida oficialmente como tal.
[107] El régimen definió un ideal racial croata «nórdico-dinárico» similar al nórdico en la Alemania nazi contemporánea.
[108] La comunidad judía se vio sometida a las medidas más duras y uniformes, impuestas por el ocupante alemán al Gobierno de Pavelić.
[134] Muchos perdieron sus empleos,[70] sus posesiones[54] y sufrieron discriminación, estando sometidos a toques de queda.
[102][109] La represión fue, en todo caso, desorganizada, descontrolada e improvisada, aunque fomentada y coordinada en líneas generales por el Gobierno de Pavelić.
[95] Las primeras atrocidades contra la población serbia se dieron a finales de abril[133] y en mayo.
[122] La pérdida territorial y la necesidad de canalizar el nacionalismo del régimen en otra dirección que no fuese la expansión territorial o el enfrentamiento con Italia llevó, sin embargo, a la reanudación e intensificación de las matanzas.
[29] La comisión económica italo-croata, creada en junio de 1941, sirvió a los italianos para poco más que ver sus demandas rechazadas por los croatas, que contaban con el apoyo alemán, interesado en mantener el control económico del país en sus manos.
[29] La bauxita, principal materia prima en la zona italiana, había sido cedida a Alemania en las conversaciones de Viena.
[182] Las fuerzas armadas del país se dividían en dos categorías principales: el Ejército regular de la Guardia Nacional Croata y las milicias ustachas,[73] de manera similar a la división alemana entre el Ejército regular y las tropas SS del partido nazi.
[183] Esta región militar y sus tropas fueron abolidas en mayo de 1942, pasando a depender del Ejército regular.
[192] Los desmanes de esta contra la población, especialmente contra la serbia, alimentaba la insurgencia y los comandantes italianos, respaldados entonces por el dictador italiano, deseaban pacificar la zona mediante acuerdo con las bandas no comunistas, que redujesen la tensión y dividiesen a los rebeldes en dos.
[198] Las bandas serbias, libres temporalmente del azote ustacha,[193] trataron con los italianos, pero no abandonaron sus actividades terroristas contra la población croata y musulmana.
[206] Las mujeres y los niños se entregaron a las autoridades croatas para ser encerradas en campos de concentración, donde muchos murieron.
[29][210][211] Los mandos alemanes deseaban, por tanto, tenerlas bajo su control para poder hacer frente a los partisanos.
[153] Los ustachas, sin embargo, ignoraron las restricciones teóricas y continuaron con sus desmanes contra la población, que las escasas unidades de la policía militar alemana no lograban evitar.
[216] A finales de 1942 el Ejército croata estaba bajo control alemán,[213] su economía servía a Alemania y gran parte del territorio quedaba en manos del ejército alemán, quedando Pavelić como poco más que un títere.
[29] La operación no logró aniquilar a los partisanos, que consiguieron romper el cerco del río Neretva.
[191] A pesar de las sucesivas campañas para aplastar la resistencia, el Eje no logró su objetivo.
[232] Ribbentrop, en respuesta a las protestas croatas, decidió aclarar la situación al Gobierno de Zagreb en un comunicado:[232]