[4][5][6] Según el propio Pedro Tafur, él era «castellano natural de Sevilla», y pese a que sus primeros editores lo consideraron cordobés, es la tesis más aceptada por los estudiosos según declara Pérez Priego en su edición crítica de 2009.
Recorrió tres continentes deseoso de conocer mundo y vivir aventuras, según el mismo cuenta.
Por el camino participó en batallas, conoció los santos lugares e incluso realizó labores diplomáticas.
[10] fijó su residencia en Córdoba, con tres esclavos traídos de Caffa a su servicio.
En resumen, su obra es considerada generalmente como un libro de viajes, interesante por ser de los pocos medievales que se han conservado en España, pero atípico, entre otras razones por la distancia temporal transcurrida entre la realización del itinerario y su redacción.