Fairey Swordfish

Aunque aparentemente obsoleto, echó a pique más tonelaje enemigo que cualquier otro torpedero aliado.

Mostró poca potencia y cierta inestabilidad direccional, acabando destruido seis meses más tarde al no poder salir de una barrena.

Las alas estaban equipadas con ranuras hipersustentadoras Handley Page y podían plegarse hacia atrás para mejorar su capacidad de almacenaje.

Estos aviones fueron al escuadrón 823, que embarcó en el HMS Glorious a finales de 1936.

Tras la entrega de 300 aviones en nueve meses, la fabricación Blackburn derivó hacia el Mk II, que llevaba un plano inferior reforzado con revestimiento metálico para permitir el armamento con ocho cohetes.

La versión final fue el Mk IV, basado en los Mk II y III modificados retrospectivamente con una rudimentaria cabina cerrada; esta variante permaneció en activo hasta el final de la guerra en Europa.

Cariñosamente conocido como Stringbag por sus equipos, ya era anticuado hacia 1939, pero alcanzó algunos éxitos espectaculares durante la guerra, notablemente la destrucción de la Regia Marina (la Marina italiana) en la batalla de Tarento y el hundimiento del Bismarck.

[2]​ La distancia ideal de liberación era a 900 m del objetivo, si el Swordfish lograba sobrevivir.

Los Swordfish que volaban desde el HMS Illustrious asestaron un golpe muy importante, el 11 de noviembre de 1940, a la Regia Marina italiana durante el ataque a la base naval de Tarento, Italia, hundiendo al acorazado Littorio e inutilizando al Conte di Cavour y al Caio Duilio, así como a un crucero pesado y un destructor.

El éxito del ataque de Tarento pudo haber inspirado la táctica y dado la confianza a los japoneses para atacar Pearl Harbor.

La producción terminó en agosto de 1944, habiendo sido construidos 692 ejemplares por Fairey y 1699 por Blackburn, en total 2391 aparatos.

Un hidroavión Fairey Swordfish es subido a bordo del acorazado HMS Malaya en octubre de 1941.
Fairey Swordfish Mk I.