Vickers, Sons & Maxim mejoró el diseño de estas armas esencialmente para reducir su peso.
El calor del cañón hacía hervir el agua en el interior de la camisa que lo rodeaba.
El vapor resultante era conducido por un tubo flexible hacia un condensador, lo cual tenía la doble ventaja de evitar que el vapor visible delate la presencia del arma y a la vez permitía reutilizar el agua, elemento crucial en ambientes desérticos.
Durante su empleo con los británicos, la Vickers disparaba el cartucho estándar .303 British (7,70 x 56 R) que también usaba el fusil Lee-Enfield, y que debía ser cargado manualmente en la cinta de lona con refuerzos metálicos de la ametralladora.
La Vickers también se usó en la Fuerza Aérea Británica y francesa después de 1916, incluyendo en el célebre avión Sopwith Camel.
También fue usada en la Guerra del Chaco (1932-1935) tanto por parte boliviana como paraguaya, siendo las armas que empleó este último país, capturadas en gran cantidad por su oponente.