Cohete (arma)

En el uso militar, las municiones propulsadas se clasifican en términos generales como sigue: La propulsión puede ser proporcionada ya sea por un motor cohete integrada a la munición, que funciona por un período relativamente largo, o bien por el uso de una carga propulsora que se quema completamente dentro del tubo de lanzamiento.

Sin embargo, la distinción algunas veces es poco clara, especialmente cuando un arma comienza como un cohete no guiado y luego se le instala un sistema de guía, por ejemplo: el sistema GMLRS que aún es identificado como artillería de cohetes,[2]​ a pesar de emplear municiones guiadas.

Posteriormente estos se difundieron gradualmente a Europa y al Oriente Próximo.

Esta tasa de disparos es muy eficiente, ya que al objetivo le deja muy poco tiempo para tomar cubierta o alejarse, y además la unidad de artillería puede usar tácticas del tipo "disparar-y-desplazarse", evitando de este modo el fuego contra-batería del enemigo.

Los cohetes no guiados han sido lanzados desde aviones desde principios del siglo XX, para atacar objetivos terrestres, marítimos y aéreos.

Lanzador de cohetes Katiusha , una de las primeras armas de artillería de cohetes moderna
Cohetes Hydra 70 en un lanzador M261, instalado en un helicóptero de ataque AH-64 Apache .