Villa Real (Milán)

Entre las obras neoclásicas presentes en la villa se encuentran las de Luigi Acquisti y Antonio Canova.

En 1796 empezó la decoración de la planta inferior, que se encargó a Giocondo Albertolli, quien la realizó con tonos sobrios y tranquilos.

Pocos años después, sin estar aún terminada, tras la muerte del conde Ludovico Belgioioso la villa fue comprada por la República Italiana y se convirtió en residencia de Napoleón.

Los virreyes encargó la nueva y ostentosa decoración del piano nobile, en la que participaron, entre otros, Andrea Appiani.

Hacia el jardín se despliega una amplia fachada horizontal, donde dan las habitaciones más importantes del palacio.

Hacia la Via Palestro da el largo muro circundante, decorado con sillares, interrumpido por las fachadas de las dos alas laterales, que tienen solo dos plantas.

Este patio está dominado por la fachada norte del cuerpo principal, que corona las alas laterales y tiene una planta más.

En la fachada hacia el parque, considerada la obra maestra de Pollack, destaca la tendencia horizontal.

La escalera presenta una estructura nítida y desnuda, que contrasta con la exuberancia de la decoración interior.

La bóveda está cerrada lateralmente con dos lunetas en bajorrelieve con tema mitológico con ángeles que tocan instrumentos, bailan y realizan sacrificios votivos, realizadas por el escultor ticinés Giocondo Albertolli, llamado en 1774 por el arquitecto Piermarini.

Grabado original de Leopoldo Pollack.
Los jardines en la actualidad.
La fachada de la villa hacia la Via Palestro.
Decoración del Salón de Baile.
Detalle del Parnaso de Andrea Appiani.
Una de las salas de la villa que albergan la Galería de Arte Moderno de Milán .