El virus de la rabia se encuentra difundido en todo el planeta y ataca a mamíferos, tanto domésticos como salvajes, incluyendo también al ser humano.[1] Se presenta agitación, hiperactividad, alucinaciones, confusión y otra serie de síntomas relacionados.Esta enfermedad afecta a todos los mamíferos ubicados en dos grandes nichos ecológicos: aéreo (murciélagos) y terrestre (perros, gatos, mangostas, zorros, hurones, mapaches, lobos).Los indicios para saber si un murciélago presenta rabia son: En general los demás animales presentan una secreción salival abundante, que actúa como cultivo del virus, y, en etapas avanzadas, sangrado de orificios.Sin embargo, es posible que el virus se disemine al sistema nervioso central sin previa replicación viral, a través de los axones, hasta el encéfalo, a una velocidad de 3 mm/h (en modelos animales), con replicación exclusivamente en el tejido neuronal.Esta enfermedad, si no se trata con la máxima urgencia, acaba provocando la muerte del enfermo.Cuando una persona se contagia, los síntomas de la enfermedad pueden tardar entre 60 y 300 días en manifestarse.La transmisión solo es posible mediante el contacto directo con un vector portador o con material biológico procedente del mismo, ya que al tratarse de un virus con una envoltura lipídica es muy sensible a los factores ambientales (lábil).[5] En muchos casos los animales infectados tienen un comportamiento variable, son extremadamente violentos y atacan sin provocación aparente.Casi toda la exposición humana a la rabia fue fatal hasta que Louis Pasteur y Émile Roux desarrollaron una vacuna en 1885.Una vacuna recombinante llamada V-RG se ha utilizado en Bélgica, Francia, Alemania y los Estados Unidos para prevenir brotes de rabia en animales no domesticados.Las personas que tienen sistemas inmunitarios debilitados pueden requerir una quinta dosis de la vacuna.La herida se cierra si afecta el funcionamiento del órgano comprometido, si es demasiado extensa (se sutura con catgut 2-0 haciendo puntos simples separados entre 1 y 2 cm) o si afecta zonas como cara, genitales o pliegues.Tanto el suero como la gammaglobulina proporcionan una protección inmediata, con duración de aproximadamente 21 días.Mediante este proceso, los médicos fueron capaces de curar la enfermedad en ese caso particular.Los murciélagos son los principales transmisores de la rabia silvestre, siendo más difícil su control.Los que la suelen tener a menudo son perros, murciélagos, lobos, zorros, coyotes, perros mapaches, chacales, osos pardos, mapaches, zorrillos, zarigüeyas, tejones, mangostas, hurones, comadrejas y armiños (en raras ocasiones monos, vacas, caballos y cabras).