Vacuna de ARN
Las vacunas son preparaciones biológicas que estimulan las respuestas inmunitarias protectoras contra patógenos específicos, tanto virus como bacterias.Para fabricarlas es preciso encontrar las secuencias de ADN que codifican antígenos esenciales del agente infeccioso y después transcribirlas para obtener el ARN correspondiente, el cual se usará como vacuna.[6] Las vacunas tradicionales contienen el agente infeccioso inactivado o fragmentos del mismo que, al introducirse en el cuerpo, provocan una respuesta inmune por parte del organismo, el cual de esta forma responde con gran rapidez y eficacia cuando sufre una infección verdadera por el microorganismo específico para el que está diseñada la vacuna.[7] El ARN mensajero o ARNm es el ácido ribonucleico que transfiere el código genético desde el ADN a los ribosomas en el citoplasma de una célula.Las nanopartículas pueden administrarse al organismo a través de diferentes rutas, por ejemplo por vía intravenosa o por inyección intramuscular.Por ello deben conservarse congeladas o a temperaturas muy bajas, lo que representa un inconveniente para el proceso de distribución.[14] Se están estudiando varias plataformas que pueden permitir el almacenamiento a temperaturas más altas.[5] Hasta noviembre del año 2020, ninguna vacuna de ARN había sido aprobada para uso en humanos.Se están desarrollando vacunas para prevenir la infección basadas en la tecnología de ARN mensajero autoamplificable.Se han conseguido fuertes respuestas de anticuerpos neutralizantes en estudios preclínicos con ratones y primates.Existen fundadas esperanzas de que la futura vacuna funcione en humanos pero aún no han comenzado los estudios clínicos.[23][29] En 2016 se estimó que podría llevar entre 10 y 12 años tener una vacuna efectiva contra el virus del Zika disponible para su uso.