La inmunidad celular es un sistema de inmunidad encargado de proteger al hospedero contra cualquier agente patógeno que haya superado las barreras biológicas y la respuesta inmunitaria innata; además, "elimina" células inmunes mutadas, las cuáles podrían generar procesos autoinmunes.
[1] Se considera, junto a la inmunidad humoral, una forma de respuesta inmunitaria adquirida.
Existen cuatro clases de linfocitos T:[3] Los fagocitos con microorganismos ingeridos producen antígenos desde las vesículas intracelulares y los presentan en su membrana sobre las moléculas del complejo mayor de histocompatibilidad (MHC).
Esas interacciones estimulan la transcripción y síntesis de interleucina-12, el cual hace que los CD4+ vírgenes se diferencien en TH1 efectoras.
Estas secretan IFN-γ que activa a los macrófagos para la destrucción de los microorganismos fagocitados.