[2] No se sabe con certeza la fecha de su construcción, si bien está ampliamente aceptado que tuviera lugar en el siglo I.Es cuando quedan despejadas la base de la estructura y su entrada, ganando acceso a su interior, donde no se encontró una cripta o una sepultura propia del edificio; en su lugar, se descubrió el acceso al túnel que lleva al espacio de sepulturas perteneciente a la tumba de Benei Hezir.La estructura está tallada en la cara occidental de la roca (la que da al valle de Cedrón y al Monte del Templo), siendo por tanto los elementos arquitectónicos (mampostería y decoración) visibles desde el oeste.Aunque todas las fachadas fueron talladas con arreglo al mismo plano (de forma más o menos idéntica, como en la tumba de Absalón), las laterales, y sobre todo la fachada trasera (la que da a la roca), están mucho menos elaboradas y presentan elementos inacabados, dando a entender que el trabajo se detuvo abruptamente por algún motivo.Dados los tiempos convulsos que vivía la región en esos tiempos, este motivo pudo haber sido un evento violento, como la gran revuelta (primera guerra judeo-romana) o la propia destrucción del Templo.[13] Otras narrativas fueron contadas por históricos viajeros a la región de Palestina.En 333, el viajero de Burdeos, quien visitó Jerusalén ese año, atribuyó la tumba al profeta Isaías.
Vista desde la base
Jerisalén: Tumbas de Santiago y de Zacarías
, primera fotografía conocida del lugar (J. Blondeau et Antonin, década de 1960), en la que se aprecia el estado de la base de la estructura bajo tierra.
Disposición de las columnas adosadas. Las inscripciones en hebreo en la fachada son más tardías – no existen inscripciones originales en el monumento que identifiquen a sus dueños.