La arqueóloga inglesa Dame Kathleen Mary Kenyon afirmó que es una tumba judío-romana del siglo I.En 1894 se creó para la conservación del lugar la "Sociedad de la Tumba del Jardín", con cuyas donaciones se compró el terreno alrededor de la sepultura.[2] Los protestantes y los evangélicos consideran que el sitio es la tumba de Jesús.[5] En 1986, Gabriel Barkay criticó a los defensores de la ubicación del jardín y la Iglesia del Santo Sepulcro por hacer más argumentos teológicos y apologéticos que científicos.[6] En 2010, el director del jardín, Richard Meryon, afirmó en una entrevista con "The Jerusalem Post" que cada campamento tenía evidencia académica y arqueológica a favor de la ubicación real, y que solo uno de ambos podía tener razón, pero que lo importante era el simbolismo del lugar y especialmente la historia de Jesús y no una garantía del sitio exacto.