[2] Las células epiteliales están estrechamente conectadas en un tejido por uniones estrechas, Gap o adherentes; poseen una polaridad celular mediada por actina y componentes del citoesqueleto y están unidas a la lámina basal de la matriz extracelular.
En contraposición, las células mesenquimales carecen de polarización, poseen una morfología irregular e interactúan solo a través de uniones focales temporales, adicionalmente remodelan activamente la matriz extracelular al producir fibronectina y vimentina.
También la PI3K,[12] la ruta de señal Hedgehog[13] y el factor nuclear KappaB[14] han mostrado tener un efecto directo sobre la EMT.
Las células que hacen la MET expresan marcadores como la Vimentina, Fibronectina, N-Cadherina, Twist & Snail.
Posteriormente, durante la gastrulación la EMT permite que las células crucen a través de la línea primitiva (en amniotas) o el pliegue ventral (en insectos).
Las células de estos tejidos expresarán las E-cadherinas y tendrán una fuerte polaridad apico-basal.
[1] Al ser tan rápida la gastrulación, la E-cadherina se debe reprimir transcripcionalmente (Twist, SNAI1 y p38).
Estas células provienen del esclerotomo y el mesénquima somítico, así como la línea primitiva.
Del mismo modo, en el ciclo menstrual, la superficie de los ovarios pasa por una EMT en la cicatrización post-ovulatoria.
[24] De manera similar, TGF puede promover la invasión tumoral y la evasión del sistema inmunitario en estadios avanzados.
[26] En melanomas el oncogén PKC-ι puede promover la invasión de células cancerosas al activar la vimentina durante la EMT.
[29] Se ha visto que ZEB1 también puede dar este tipo de propiedades, estrechando la relación entre la EMT y la potencia celular.
[30] Adicionalmente, la inflamación, factor asociado con la progresión del cáncer y la fibrosis, puede ser inducida por procesos de EMT.