El tubo neural[1] o epineura es una estructura que se desarrolla en el embrión de los vertebrados, y que dará lugar al sistema nervioso central (encéfalo y médula espinal).
Se trata de una estructura fluida y tubular (contiene líquido cefalorraquídeo y células ciliadas) que sufre modificaciones en los diferentes subfilos de los cordados: El embrión en su desarrollo entra en el proceso de la gastrulación, donde se formarán las tres capas germinativas conocidas como el ectodermo, mesodermo y endodermo.
Es en esta primera capa, en el ectodermo, donde se formarán las células del sistema nervioso central y se dará el desarrollo del sistema nervioso así como la previa inducción neural.
En primer lugar, la formación del neuroectodermo y sus límites, tiene lugar cuando en el mesodermo se forma la notocorda: prolongación precursora de la columna vertebral que define el eje céfalo-caudal del embrión, la cual establece con el ectodermo una intensa interacción fundamental para el proceso de la inducción neural.
Es así como, inmediatamente sobre la notocorda, el ectodermo se engruesa para formar la placa neural.
Se produce con el tiempo un hundimiento de la parte central, generando una cadena las paredes irán cerrándose sobre sí mismas hasta generar un estructura en forma de tubo: el tubo neural.
Este tubo empieza a cerrarse sobre sí mismo por la parte media, avanzando hacia los extremos.
- La neurulación secundaria: en que parte del tubo neural correspondiente a la columna vertebral se forma al tiempo se ablanda de tal manera que se vacía la cavidad interna de dicho tubo, generando una separación entre epitelio y células mesenquimales (las que formarán el cordón medular).
Al final de estas subdivisiones, hay un cerebro, columna vertebral y médula espinal identificables que continuarán desarrollándose durante el embarazo y los primeros años de vida.
En todos los animales, ambos tipos celulares surgen del ectodermo, normalmente como células hermanas de un precursor común.
Las proteínas señal, secretadas por la zona dorsal y ventral del tubo neural, actúan como morfógenos opuestos, haciendo que las neuronas nazcan en diferentes niveles dorsoventrales expresando diferentes proteínas reguladoras de genes.
[3] El prosencéfalo, a su vez se subdivide en telécefalo (anterior) y diencéfalo (caudal).
La región dorsal es establecida por proteínas de la superfamilia TGF-β, específicamente BMP4 y BMP7.
A su vez, BMP4 desde la placa del techo induce una cascada de proteínas TGF-β en las células adyacentes.
Finalmente, los dos grupos de células que reciben progresivamente menos se convierten en las interneuronas V2 y V1.