[1] Este se sitúa a 109 km de Cuenca, la capital provincial.
Cabe destacar que el término municipal está atravesado por la carretera N-330 entre los pK 216 y 232, además de por las carreteras locales que comunican con Garaballa y Graja de Campalbo.
Se aconseja no sobrepasar los hierros, ya que se trata de un terreno muy inestable y acercarnos mucho supondría provocar una rotura o resbalón y provocarnos graves consecuencias.
La Hoya, Las Canalejas, Los Cubillejos, Los Tornajos, Las Estacas, algunas muy visitadas por la calidad de sus aguas disponiendo algunas con mesas y parrillas.
Talayuelas presenta un clima de montaña templado medio, aunque el frío no es sorprendente dado que se encuentra en una montaña, como corresponde a una zona de tránsito entre la meseta castellana y la llanura valenciana.
Las variables climáticas son las siguientes: Primeros rastros en el momento de la Edad del Bronce medio: 1500 a 1100 a. C. aproximadamente.
[5] Durante la dominación musulmana, Talayuelas apenas cuenta con población, ya que su territorio era utilizado como campo de batalla entre las tropas cristianas y las tropas almohades del Reino de Valencia.
La Primera Crónica General de España[8] escrita por Alfonso X el Sabio, cuenta que El Cid Campeador pasó dos veces por Talayuelas, una vez vivo y otra vez muerto.
Después de su muerte, las tropas del Cid, arropando a su jefe subido a Babieca y engalanado con su armadura más bella, salieron de Valencia hacia las tierras del centro.
Según las crónicas, en 1656 Talayuelas fue un señorío propiedad del marqués Ruiz de Alarcón, donde nació el obispo Francisco Javier Almonacid.
[9] Hacia mediados del siglo XIX, el lugar tenía contabilizada una población de 772 habitantes.
Está situado a 110 km al sudeste de la capital provincial, Cuenca.
La economía se basa en la agricultura, la ganadería, el comercio y la industria, en proporciones similares.
El municipio tiene un colegio y una biblioteca que ofrece Internet gratuito para los usuarios.
Esta bóveda parabólica permite que un único elemento sea superficie para la construcción del techo y de las paredes con el léxico arquitectónico racionalista.
En esta fiesta se cantan unas cancioncillas típicas como Cielito Lindo, Clavelitos, La Sirenita, etc.