Una vez recibido el título de doctor en jurisprudencia, Sixto de Villegas ingresó inmediatamente a la magistratura, durante el final del gobierno rosista, en 1851.
Rosas se había refugiado en el consulado británico bajo la protección del cónsul Robert Gore, y por la tarde del día siguiente, partiría hacia Europa en el buque de guerra británico «Conflict» para instalarse en las afueras de Southampton, en la costa meridional inglesa, residiendo en una granja obsequiada por el mismo gobierno.
El fallido sucesor fue el general José Miguel Galán que fue depuesto por la revolución del 11 de septiembre de 1852 comandada por Valentín Alsina, en cuanto Urquiza partía hacia Santa Fe, quedando aquel como gobernador electo el 31 de octubre.
Tras su sanción fue declarado primer mandatario constitucional a Pastor Obligado.
En cuanto al proceso criminal por los delitos comunes cometidos por Rosas, se abrió con la requisitoria del ministerio público, y quien actuó como fiscal fue el doctor Emilio A. Agrelo, conocido por su versación jurídica y sus conocimientos de la entonces vigente legislación penal española.
La sentencia del juez Sixto Villegas, confirmada por la Cámara de Apelaciones y el Superior Tribunal, fue la siguiente:
Fue además examinador del «Proyecto Tejedor» del Código Penal nacional presentado por el doctor Carlos Tejedor, además del respectivo estudio que él mismo realizó el 3 de enero de 1880 resultando el nuevo «Proyecto 1881», conjuntamente con los doctores Andrés Ugarriza y Juan A. García, y presentado al examen del parlamento.
Este último proyecto, cuando pasó el 11 de mayo del citado año por la Cámara de Diputados, no fue aceptado, aunque más adelante sería implementado con ciertas modificaciones por la provincia de Córdoba, habiendo aceptado la Nación Argentina, el «Proyecto Tejedor».
También colaboró en la «Revista de Legislación y Jurisprudencia», donde se reprodujo dos vistas fiscales sobre “Pena del hurto con fractura” y "Retroactividad de la ley en materia criminal".
Agregando otra expresión en lo referente a Villegas, el doctor Victorino de la Plaza afirmó: