En esa última fecha, el jefe invasor logró tomar la ciudad por asalto, la cual pasó a ser temporalmente una colonia británica.
En estas se enfrentaban Gran Bretaña contra el Imperio francés y su entonces aliada, España.
Tras un leve bombardeo a Montevideo, Popham decidió atacar Maldonado, que contaba con escasas fortificaciones y una guarnición de sólo 250 hombres.
Los soldados españoles que resistieron este ataque fueron apresados, la población arrestada, y la villa severamente saqueada.
Sin embargo, estas tropas hicieron una muy débil resistencia y no pudieron evitar el desembarco.
Poco después, Sobremonte llevó su campamento hacia el oeste, a la zona del arroyo Miguelete.
Las murallas de la ciudad estaban parcialmente inconclusas, pero podían ser efectivamente defendidas con una estrategia defensiva.
Las unidades hispanas participantes (2362 hombres) al mando del brigadier Bernardo Lecocq (segundo Comandante el teniente coronel Francisco Javier de Viana), fueron:[8] Inmediatamente, Auchmuty cercó la ciudad, sitiándola por completo y aislándola de la campaña circundante.
La ciudad pasó a ser administrada por Auchmuty, que la usó como base para recibir más refuerzos desde Inglaterra.
Buenos Aires decidió echar casi toda la culpa de la derrota a Sobremonte.
Este fue arrestado, y un cabildo abierto decidió deponerlo por impericia en el arte de la guerra.