Su nombre se debe a que al ser revistados por un gobernador blandieron las lanzas con las que estaban armados en señal de homenaje a las autoridades.
El uniforme que utilizaban consistía en: casaca corta y calzón azul, vuelta, solapa, chupa y collarín encarnado, con un galón estrecho en este, botón dorado.
Debían presentarse voluntariamente con al menos 6 caballos y prestar servicio por 8 años.
El 10 de marzo se presentó José Artigas, dando comienzo a su carrera militar como teniente,[2] y con total libertad para actuar como le pareciera con el fin de reducir a los otros contrabandistas.
[6] El cuerpo desapareció por completo antes de que Artigas se exiliara en el Paraguay en 1820.