Silla presidencial de México

Como objeto material e histórico, ha tenido al menos dos representaciones que, aunque nunca han sido oficializadas por decreto, reglamento o protocolo, tradicionalmente se les señala como las dos Sillas Presidenciales.

La primera fabricada en 1867 para el presidente Benito Juárez y que actualmente se exhibe en el Museo de Palacio Nacional, pero que por diferentes obras artísticas se relaciona más con el presidente Porfirio Díaz y la dictadura que encabezó; la segunda que fue hecha por encargo del mismo Porfirio Díaz entre 1904 y 1906, se vincula más con los gobiernos posteriores a la Revolución Mexicana, que a Díaz; por ejemplo, casi todos los presidentes desde 1917 se han tomado la fotografía oficial sentados en ella junto a una bandera y usando la banda presidencial.

[1]​[2]​[1]​[3]​ Bajo las tradiciones europeas e indígenas americanas, las cabezas de gobierno y estado se les ha distinguido con títulos o sitios que muestran su supremacía sobre los demás habitantes o personas con poder político, por ejemplo en el aspecto de títulos, entre los indígenas nahuas se daba el título de Tlatoani (el que habla) al que tenía voz de calidad en el gobierno del estado, por lo mismo durante sus presentaciones en público se le situaba en un lugar de distinción, con un mueble especialmente hecho para eso, como dejó dicho Bernal Díaz del Castillo.

El siguiente momento de presencia histórica del mueble, son las célebres fotos donde Francisco Villa posa sentado en ella, a su lado izquierdo está Emiliano Zapata.

El anecdotario histórico dice que el general zapatista Eufemio Zapata (hermano de Emiliano), buscó la silla presidencial para quemarla, y así terminar con la maldición que tenía esta sobre la vida política de México, pero no la pudo encontrar, ya que él buscaba una silla de montar.

Luego de que se la mostrara el responsable de la custodia del Palacio Nacional, este general hizo algo bastante extraño, en sus palabras decía que: Todo esto fue narrado por Martín Luis Guzmán, en sus memorias.

[2]​ La llamada "primera silla" debió ser llevada al Castillo de Chapultepec en algún momento posterior a 1915, ya que en 1940 cuando el presidente Lázaro Cárdenas del Río cambia la residencia oficial a Los Pinos y cede el Castillo de Chapultepec para hacer el Museo Nacional de Historia, el primer equipo del museo encuentra la silla arrumbada en una de las bodegas del Castillo, por lo que es recuperada y desde entonces formó parte del acervo del Museo, hasta 2018, cuando fue trasladada al Museo de Palacio Nacional, donde actualmente se exhibe.

[1]​ De esta segunda silla se sabe que ha sido varias veces retapizada para cambiar el escudo nacional que lleva bordado en el respaldo, junto con las otras del salón de acuerdos.

Este sillón al parecer fue hecho en la primera mitad del siglo XIX, y por algunas fotos tomadas durante la revolución donde se ve un escudo muy similar al primer escudo nacional usado entre 1824 y 1846, se cree relacionado con el reinado de Agustín de Iturbide o al menos de los primeros regímenes republicanos, por lo que podría ser la verdadera primera silla presidencial; por su amplitud se considera que sería ideal para usar con el vestuario propio del primer emperador mexicano.

La silla actualmente se exhibe en la "Casa Lázaro Cárdenas" en el Complejo cultural "Los Pinos".

La altura de la silla se puede ajustar mediante una palanca situada debajo del asiento.

Esta remplazó a una hecha durante la remodelación del Palacio Nacional en la década de los veinte, que tiene sobre el respaldo una talla del escudo nacional, está tapizada con cuero bovino negro asegurado por remaches de bronce y fue colocada en el mismo despacho, encabezando una pequeña mesa de juntas ahí ubicada.

Reproducción de la primera Silla Presidencial, en el Museo de la Revolución Mexicana.
Presidente Francisco Lagos Chazaro sentado en la Primera Silla Presidencial.
Villa y Zapata el 4 de diciembre de 1914 con la llamada Silla Presidencial .
Óleo de Benito Juárez posado al lado de la silla presidencial.
Venustiano Carranza usando la llamada "segunda silla presidencial".