Santa María la Real de Nieva

Se encuentra en la campiña segoviana, justo a medio camino, 30 km, entre Segovia y Arévalo.[5]​ Para potenciar el poblamiento se la declaró villa exenta, por lo cual sus habitantes no tendrían que pagar impuestos ni ser reclutados en los ejércitos.Los privilegios se concedieron en parte en la fundación, y fueron ampliados posteriormente en 1407, siendo regente Catalina de Lancaster.[4]​[6]​ Estas exenciones fiscales sirvieron para que se establecieran allí fábricas de paños, cerámica y trillos.Sus restos permanecieron allí, en contra del deseo expresado en su testamento de ser trasladada a Ujué,[8]​ y con el transcurso del tiempo se olvidó su ubicación, hasta que la tumba fue descubierta durante unas obras de restauración en 1994.[11]​ También se unieron al municipio en 1970 las localidades de Jemenuño, con su agregado Santovenia, y Paradinas.[18]​ También son reseñables el altar mayor barroco y el coro de la iglesia, cuyas paredes están jalonadas con asientos de madera ricamente tallados y el sotocoro con un artesonado mudéjar.Entre los cuadros, retablos y esculturas del interior de la iglesia destaca una talla policromada de San Jerónimo penitente atribuida a Alonso Berruguete, en la capilla situada a la derecha del altar mayor.
Claustro y torre de la iglesia-monasterio de Nuestra Señora de la Soterraña
Panorámica desde el campanario
Casa consistorial
Imagen de la procesión de la Virgen de Soterraña
Imagen de la procesión de la Virgen de Soterraña
Columnas del claustro con sus capiteles esculpidos con relieves