Está hermanada con los movimientos sociales y políticos, que ganaron cuerpo con la Revolución francesa.El romanticismo en la pintura se extiende desde 1770 hasta 1870, prácticamente cien años, distinguiéndose tres periodos: Cada uno de estos períodos posee sus particularidades en cuanto lugares en que se desarrolló o artistas que lo adoptaron.Es una concepción opuesta a los ideales ilustrados, pues ve el destino de la humanidad bajo una luz más trágica o pesimista.La imaginación de los pintores románticos se sintió atraída por la Edad Media y las leyendas del Norte.Las ruinas, como la Abadía en el robledal de Caspar David Friedrich, se convierten en un tema romántico por excelencia.Los pintores ya no viajaban solo a Italia, como habían hecho hasta entonces, hasta abarcar otros lugares como Turquía, Marruecos, Argelia o España, que se puso de moda en toda Europa como prototipo de un exotismo cercano.En muchos cuadros del romanticismo se aprecia un interés por la violencia, el drama, la lucha, la locura.Ocuparon un lugar preponderante en muchos cuadros lo misterioso y lo fantástico, expresados de forma dramática.Autores como Füssli, Blake o Goya, en plena época neoclásica, pintaron cuadros que rendían culto al inconsciente, a la irracionalidad, la locura y el sueño.En un primer momento, el romanticismo es un movimiento cultural vinculado con la Restauración, pues se inicia como reacción conservadora al Neoclasicismo revolucionario.Delacroix asume la causa de la libertad: se pinta en la tela (inclusión del artista entre los movimientos sociales y políticos).En cuanto la expresión, utiliza con frecuencia fuertes contrastes de luz y sombra (claroscuro).Ello no elimina que en casos concretos otros sean los pintores que influyeron: así los nazarenos pretenden acercarse a los primitivos italianos como Fra Angélico, Gérard a Leonardo y, finalmente, Prud'hon se ve influido por el manierista Correggio.Si el cuadro lo requiere, no evitan pintar personas heridas, deformes o muertas, llegando a recurrir al depósito de cadáveres para poder conocer y reflejar más verosímilmente a los muertos; así lo hizo Géricault cuando pintó La balsa de la Medusa.La factura sigue siendo neoclásica, pero los temas son románticos: se busca expresar sentimientos personales, predominando el sentimiento sobre la razón y se exalta lo esotérico y misterioso (que desembocará en la estética romántica de lo sublime), representando cementerios, escenas nocturnas, tormentas o fantasmas.El italiano Giovanni Battista Piranesi, por ejemplo, sorprende por grabados de recargados monumentos y la arquitectura imposible, absurda e irracional de unas cárceles que él mismo se imagina (Le Carceri d'Invenzione, 1745-1760).El ossianismo inspiró composiciones irracionales e imaginarias, bañadas por una luz difusa, con contornos desdibujados y figuras en forma de racimo.Sus temas son literarios: la Biblia, las obras de Shakespeare, la Divina comedia y sus propios poemas.Sus temas son la Edad Media y el sentimiento religioso exaltado dentro de la naturaleza.Sin duda, su cuadro más famoso es Bonaparte visitando a los apestados de Jaffa (1804, Museo del Louvre), obra clave del romanticismo al transmitir un clima de emoción heroica y una técnica más libre.Al igual que los anteriores, Pierre Narcisse Guérin fue neoclásico en su juventud y romántico en su madurez.En esta época, Alemania e Inglaterra no son ya los países pujantes en pintura, sino Francia.Lamennais definió este desasosiego de la población, llamándolo El mal del siglo.Son obras típicamente románticas La muerte de Sardanápalo (1827) y La Libertad guiando al pueblo (1831), ambas en el Museo del Louvre.Paul Delaroche (1797-1856) y Horace Vernet (1789-1863) representan la corriente ecléctica o pompier, en la que la sensibilidad romántica se expresa a través de un estilo académico.Los pintores ingleses más representativos del romanticismo son John Constable (1776-1837) y J. M. W. Turner (1775-1851).Por su parte, Joseph Mallord William Turner dotó a sus obras de una dimensión onírica, recurriendo a composiciones en espiral y elaborados empastes, prevaleciendo de manera absoluta el color sobre el dibujo.Cabe mencionar también a John Martin (1789-1854), que cultivó un estilo parecido al de William Blake, tratando situaciones cotidianas con un tono apocalíptico y fantástico.Por su parte, Mariano Fortuny (1838-1874) es un romántico tardío que combinó la técnica con un colorido luminoso en muchos cuadros de tendencia orientalista.Ejemplo de ello son los ecuatorianos Juan León Mera (1832-1894), Luis Alfredo Martínez (1869-1909) y Joaquín Pinto (1842-1906).
Light and Colour (Goethe's Theory) — The Morning after the Deluge — Moses writing the Book of Genesis
, de
Turner
.
Lluvia, vapor y velocidad
,
obra de
William Turner
, 1844,
óleo sobre lienzo
; testimonia el impacto de nuevos temas modernos, como el
ferrocarril
, en la pintura; al tiempo, es un cuadro representativo de la tendencia a expresar las emociones del pintor, más que la realidad observada; en este caso, lo logra sobre todo a través de los empastes de la pintura.