Premio de Roma belga en pintura 1832.
La pintura monumental de Wiertz a menudo se mueve entre el academicismo clásico y un lúdico romanticismo, entre lo grandioso y lo ridículo.
[cita requerida] Aunque su obra fue a menudo considerada art pompier, su lenguaje pictórico a pesar de ello anunciaba el simbolismo y una cierta clase de surrealismo, dos corrientes que serían muy fuertes en la pintura belga.
[2] En 1850 Wiertz llegó a un acuerdo con el Gobierno para la construcción del museu actual dedicado a su obra y tras su muerte todas las obras todavía en su posesión fueron donados al Estado.
[2] Tanto Baudelaire como Joris-Karl Huysmans expresaron su apreciación por su obra.