El municipio comprende un casco histórico-cultural, la pedanía de Riópar Viejo, antigua Rivus Oppae (o río de la zorra), villa medieval actualmente restaurada, y situada a unos tres kilómetros al oeste del Riópar moderno.
Si tomamos en consideración solamente los núcleos principales (sin pedanías), en 2016 Riópar es el tercer núcleo en habitantes de la zona serrana de la provincia:[2] La actividad económica del municipio se desarrolla principalmente en torno al turismo, mayormente el turismo rural y la restauración; Existen unos cuantos establecimientos hoteleros, mayormente rurales, tanto en el pueblo como en el resto del término municipal.
Para su ubicación, se eligió un paraje junto a un curso de agua, donde abundaban las materias primas como el agua, la madera y la calamina (esta procedente de un yacimiento cercano).
A finales del siglo XIX la mina de calamina pierde rentabilidad, las fábricas entran en regresión y tras algunos esfuerzos para su mantenimiento y recuperación por empresas privadas, cierran definitivamente en 1993.
José María Herranz cita en Los Chorros 51 endemismos ibéricos y 25 ibero-africanos.
En las laderas aparecen dispersos otros árboles, como quejigos, encinas, serbales y arces menores, especie endémica del sur de España, que adquiere una intensa tonalidad roja en otoño.
Hiedras, clemátides y madreselvas entrelazan sus tallos con los de los árboles, que dan un aspecto casi selvático.
Todo este diverso mundo vegetal va acompañado de una variada y rica comunidad animal.
Se han localizado 68 especies de aves, entre las que citamos: el águila real, águila perdicera, cuervos, chovas piquirrojas, aviones roqueros, buitres leonados, halcón peregrino, cernícalo común, vencejos comunes y reales, collalbas grises, colirrojos tizones, roqueros rojos y solitarios, trepadores azules, agateadores comunes, abubillas, mosquiteros, currucas capirotadas, chochines, petirrojos, piquituertos, carboneros, reyezuelos, gorriones, papamoscas, palomas torcaces, arrendajos, cornejas, zorzales, mirlos, la chocha perdiz, el pito real, pico picapinos, torcecuello, el azor, gavilán, estorninos negros y pardos, busardo ratonero, milano negro, águila calzada, culebrera europea, alcotanes, el búho chico, cárabo, mochuelo, autillos, mirlo acuático, ruiseñor, carriceros, buitrones, lavanderas, bisbitas, cucos, alcaudón real y común, tarabillas, jilgueros, abejarucos, perdices y chotacabras, oropéndolas y quebrantahuesos.
Otros también llamativos son: las musarañas, erizos, rata de agua, ratones, ardillas, lirones, topos, liebres y conejos.