Los adultos capacitados de esta banda constituyeron una fuerza armada sorprendentemente efectiva que demostró repetidas veces su capacidad para resistir al ejército romano, desde las patrullas locales de Campania a las milicias romanas y las cualificadas legiones bajo mando consular.[4] En general, los esclavos eran tratados con crueldad y opresión durante el periodo republicano.Los amos podían abusar, herir o incluso matar a sus esclavos sin consecuencias legales.Aunque el Senado las consideró como serios disturbios civiles, y fueron necesarios varios años de intervenciones militares directas para sofocarlos, nunca se consideró que fueran una amenaza seria para la República.Sin embargo, en 73 a. C., Roma envió una fuerza militar bajo mando pretoriano para terminar con la revuelta.[13] Un pretor romano, Cayo Claudio Glabro, reunió un cuerpo de 3000 hombres, no como legiones, sino como milicias «escogidas con prisa y azar, porque los romanos todavía no consideraban esto como una guerra, sino como asaltos, algo parecido a una oleada de robos».Rodearon la base del Vesubio y atacaron al ejército por el flanco, aniquilando a los hombres de Glabro.[16] Tras esto se envió contra Espartaco una segunda expedición bajo el mando del pretor Publio Varinio.Por alguna razón, parece que Varinio dividió sus fuerzas poniéndolas al mando de sus subordinados Furio y Cosinio.[17] Gracias a estos éxitos, más y más esclavos se unieron a las fuerzas de Espartaco, al igual que «muchos de otros esclavos empleados como arrieros y pastores en transito por la región», engrosando sus filas hasta unos 70 000 hombres.Lo que pretendían hacer con esta fuerza es algo difícil de determinar para los lectores modernos.Como la tercera guerra servil fue finalmente una rebelión sin éxito, no existe un relato de primera mano sobre los motivos y objetivos de los esclavos, y los historiadores que escriben sobre la guerra proponen teorías contradictorias.A veces, los relatos ficticios —como la película Espartaco de Stanley Kubrick, 1960— retratan a Espartaco como un libertador que lucha para cambiar una sociedad romana corrupta y para terminar con la institución romana del esclavismo.Si Espartaco pretendió realmente marchar sobre Roma, debió de ser un objetivo que abandonó más tarde.[22] No está claro si los esclavos fueran un grupo homogéneo bajo el liderazgo de Espartaco.[25] Según cuentan los historiadores, los esclavos rechazaron el ataque de la legión y tras la victoria se embriagaron bebiendo vino para celebrarlo.[27] Tras esta victoria, Espartaco avanzó hacia el norte con sus seguidores (unos 120 000) tan rápido como pudo, «después de haber quemado todo su material inútil, matado a todos sus prisioneros y masacrado a sus bestias de carga para acelerar su movimiento».[26] Los ejércitos consulares derrotados regresaron a Roma para reagruparse mientras los seguidores de Espartaco se movían hacia el norte.Tras esta derrota, ambos cónsules fueron relevados del mando de sus ejércitos por el Senado Romano y regresaron a Roma.[30] Plutarco no menciona en absoluto el ataque de Espartaco a las legiones de Gelio, ni que Espartaco se enfrentara a las legiones combinadas consulares en el Piceno.[31] Plutarco no hace mención de ningún otro suceso hasta la confrontación inicial entre Marco Licinio Craso y Espartaco en la primavera de 71 a. C., omitiendo la marcha sobre Roma y la retirada hacia Turios descritas por Apiano.Craso había sido pretor en 73 a. C. y, era conocido no solo por sus conexiones políticas y su familia, sino también por ser el general que venció a los samnitas en la Batalla de la Puerta Colina, cuando el propio Sila había huido de estos.Apiano no tiene claro si aplicó la decimatio a las dos legiones consulares por cobardía cuando fue nombrado su comandante, o si se la aplicó a todo el ejército por alguna derrota posterior (un suceso en el que hasta 4000 legionarios habrían sido ejecutados).Sin embargo, fue traicionado por los piratas, que recibieron el pago pero abandonaron a los esclavos rebeldes.Las fuentes discrepan sobre si Craso había solicitado refuerzos o si el Senado simplemente se aprovechó del regreso de Pompeyo a Italia, pero se le ordenó esquivar Roma y dirigirse al sur para ayudar a Craso.[45] En cualquier caso, los esclavos rebeldes no constituían un ejército profesional y habían llegado a su límite.[49] A causa de esto, Pompeyo envió un mensaje al Senado diciendo que, aunque fue Craso quien había vencido a los esclavos en batalla abierta, él había terminado la guerra, reclamando así una gran parte del mérito y ganándose ciertamente la enemistad de Craso.El estatus y los derechos legales de los esclavos romanos también empezaron a cambiar.Bajo el emperador Claudio (41-54 d. C.) fue promulgada una constitución que convertía el hecho de matar a un esclavo viejo o enfermizo en un acto de asesinato y decretaba que si esos esclavos eran abandonados por sus amos, se convertían en hombres libres.
Movimientos iniciales de las fuerzas romanas y esclavas desde la revuelta de
Capua
hasta el invierno de
73 a. C.
Espartaco
, por
Denis Foyatier
, c. 1830, expuesto en el
Louvre
. Un ejemplo de representación heroica moderna de Espartaco.
Los sucesos de
72 a. C.
, según la versión de
Apiano
.
Los sucesos de
72 a. C.
, de acuerdo con la versión de
Plutarco
.
Los sucesos de principios de
71 a. C.
Marco Licinio Craso
recibe el mando de las legiones romanas, se enfrenta a Espartaco y obliga a los esclavos rebeldes a retirarse a través de
Lucania
hacia los estrechos cercanos a
Mesina
. Plutarco afirma que esto ocurrió en la región del Piceno, mientras que Apiano sitúa las batallas iniciales entre Craso y Espartaco en la región del Samnio.
Los últimos sucesos de la guerra en
71 a. C.
, en los que el ejército de
Espartaco
rompió el asedio de las
legiones
de
Craso
(X) y se retiró hacia las montañas cercanas a Petelia. Muestra las escaramuzas iniciales entre elementos de ambos bandos (1) y el giro de las fuerzas de Espartaco para la confrontación final (2). Nótense las legiones de
Pompeyo
incorporándose desde el norte para capturar a los supervivientes.