Eunoo, que afirmaba ser un profeta, y Cleón, alzado como general de los sublevados, fueron sus líderes.
Los sicilianos pobres fueron los que más sufrieron esta situación; pues los grandes propietarios estaban muy contentos con sus esclavos y les mantenían a sus expensas.
Tras setenta u ochenta años de dominio romano, los esclavos se rebelaron por primera vez.
El jefe de los esclavos inició la rebelión con doscientos mil hombres entre los cuales había mujeres y niños.
Gracias a estas profecías Eunoo alcanzó la jefatura de las tropas cuando estalló la rebelión.