Toque de queda
Puede abarcar horarios nocturnos, así como el resto del día, dependiendo de las circunstancias.Comúnmente se aplica en situaciones de guerra o conmoción interna que afectan a un país o ciudad, y su cumplimiento suele ser supervisado por instituciones policiales y fuerzas armadas.El propósito de esta medida es garantizar la seguridad, atenuar disturbios o minimizar enfrentamientos.[3] Desde la vuelta a la democracia, se ha declarado toque de queda en tres oportunidades.[6] La segunda vez fue en Santiago, tras las protestas gatilladas por el alza de tarifas del transporte público.[12] En Colombia han sido varios los periodos durante los cuales se ha utilizado por parte del gobierno de turno, esta forma de control para evitar desmanes y daño a la propiedad pública y privada.En 1948, y tras el asesinato del caudillo Jorge Eliécer Gaitán, la paz y la tranquilidad antes reinantes se hicieron pedazos, por la alta polarización del pueblo colombiano, y desde allí en todo el siguiente transcurso histórico colombiano, el sectarismo reinante hizo que las autoridades implementasen planes de requisa y el "toque de queda" que fuera aplicado en las aglomeraciones urbanas de importancia.Como medida de control, se impusieron cerramientos a los cascos urbanos y se hizo el control del tránsito en horario nocturno, aprovechando para ello el "Estado de Sitio" que regía desde la conformación del frente en gobierno y que era una figura usada por todos los gobiernos en el frente nacional y posteriores a este, pero luego abolida por la carta magna de 1991, y reemplazada con una que llegaría a usarse hasta el 2019: la de "Estado de excepción".[32] En Honduras se decretó el toque de queda por 10 días, 12 horas al día para controlar las protestas post-electorales.Durante el conflicto armado interno, se aplicó el toque de queda, desde las 0:00 hasta las 6:00.El más reciente toque de queda fue ordenado por el presidente Danilo Medina, mediante decreto núm.El objetivo de estas medidas es mantener a los jóvenes en casa durante la noche y la madrugada, para así evitar que cometan algún crimen o sean víctimas de los mismos.Una revisión sistemática de 12 estudios realizados en Estados Unidos, evaluó la incidencia que tienen los toques de queda juveniles, y encontró que estos no reducen la delincuencia ni la victimización.Sin embargo, los estudios incluidos en esta revisión sufren de varias limitaciones y sesgos que hacen difícil sacar conclusiones sólidas.Por ello, es recomendable realizar más investigaciones que repliquen los hallazgos encontrados.