Fue el primer plebiscito nacional chileno desde 1989, cuando se realizó un referéndum donde se aprobaron las reformas a la Constitución Política de la República, promulgada en 1980, durante la dictadura militar de Augusto Pinochet y, por tanto, fue el primero —y hasta el momento, único— celebrado durante los gobiernos democráticos posteriores a 1990.
Fue en ese entonces el proceso electoral con la mayor cantidad de votos emitidos en la historia del país.
[8] Aquella presión por el texto constitucional, en aquellos aspectos denominados "enclaves autoritarios", se descongestionó parcialmente con las reformas del año 2005, a pesar de que había partidos políticos que desconocían en legitimidad el texto.
Sebastián Piñera, luego de ser elegido presidente para un nuevo periodo en 2017, descartó modificar la Constitución.
El 21 de octubre, líderes sociales y artistas chilenos propusieron una Asamblea Constituyente nacional y seis medidas anti abusos de corto plazo ante la crisis político social del país.
[11] Diversos gremios y entidades sociales y civiles conformaron «cabildos abiertos» en varias comunas del país, con una masiva participación ciudadana, con el objeto de sentar las bases para una eventual asamblea constituyente para la elaboración de una Nueva Constitución para Chile.
[18][19][20][21] Varios líderes sociales, analistas y políticos, incluyendo al presidente del Senado y al vocero de la Corte Suprema,[22] mencionaron la necesidad de crear una nueva Constitución que permitiera canalizar las demandas sociales.
[26] Sin embargo, dos días más tarde, los catorce partidos opositores al gobierno (RD, PCCh, PS, PDC, PPD, PEV, PR, PI, PRO, FRVS, Comunes, PL, CS y PH) emitieron una declaración conjunta en donde se manifestaron a favor de una Asamblea Constituyente.
[37] Debido a su participación en la firma del acuerdo parlamentario, Boric fue pasado al tribunal supremo de CS.
[45] La Iniciativa Ciudadana Marca AC valoró el acuerdo, aunque afirmó que «cuando se transforme en ley, debe mejorar».
[47] Sin embargo, la coordinadora de organizaciones Unidad Social rechazó el acuerdo sobre el plebiscito por haberse hecho «entre cuatro paredes y a espaldas de los movimientos sociales».
[71] La campaña electoral para la fecha original del plebiscito inició el 26 de febrero, fecha a partir de la cual los distintos comandos comenzaron a hacer propaganda en las calles y mediante Internet.
[72] Por estas agresiones, fueron formalizados por la justicia dos miembros del colectivo de extrema derecha llamado "Capitalismo Revolucionario".
El 2 de enero el Partido Demócrata Cristiano y Ciudadanos lanzaron su plataforma de campaña llamada «#YoApruebo», con la que apoyaron la opción Apruebo junto con la Convención Constitucional.
[78] El Frente Amplio lideró la campaña «Que Chile Decida», que convocó a Revolución Democrática, Convergencia Social, Partido Liberal, Comunes, Unir, Fuerza Común y organizaciones sociales.
[107][108] En el caso de la franja televisiva correspondiente a la opción «Rechazo» intentó explicar las razones por las que no era necesario crear una nueva Constitución para resolver los problemas actuales e la ciudadanía.
[6] Además, ello significó el 50,95 % de participación, revirtiendo la baja progresiva desde 2012, cuando se determinó la voluntariedad del voto.
Misma situación se replicó a nivel comunal, con las únicas excepciones de Antártica, Colchane, Las Condes, Lo Barnechea y Vitacura, donde ganó la opción «Rechazo».
La alta participación en comparación con otros procesos eleccionarios —además de los amplios márgenes obtenidos por las opciones ganadoras— fue considerado como relevante para entregarle legitimidad a los resultados y al posterior proceso constituyente.
[126] Al desagregar la participación por características geográficas y demográficas, los resultados muestran que hubo mayor asistencia al plebiscito en las comunas urbanas de alta densidad poblacional y especialmente aquellas de mayores recursos.
[127] Si bien las comunas de mayores recursos siguen manteniendo mejores cifras de participación que el resto,[126] las comunas urbanas socioeconómicamente más vulnerables registraron los mayores aumentos en participación.
Ambas opciones ganaron en prácticamente todo el país, con excepción de contadas comunas: además de Colchane y Antártica en los extremos del país y con poblaciones bajísimas, la opción «Rechazo» ganó en las tres comunas santiaguinas de Las Condes, Lo Barnechea y Vitacura.
Los resultados anteriores acuñaron el concepto de las «tres comunas» no sólo para análisis electoral sino en general como referencia a la élite política y económica contraria a las reformas promovidas tras el estallido social de 2019.